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OBRAS

El debe del Estado con Aragón

La Comunidad aragonesa lleva años esperando la puesta en marcha de infraestructuras vitales para su desarrollo. Ahora, la crisis ha sido la excusa utilizada por el Estado para paralizar inversiones, pero la historia no es nueva y los retrasos, con o sin crisis, son algo frecuente

F. SIMÓN

YOLANDA AZNAR

Aragón acumula un larga lista de infraestructuras pendientes de ejecutar. Obras hidráulicas, ferroviarias y carreteras forman parte del debe del Estado con esta Comunidad, que durante años ha visto como una y otra vez obras altamente esperadas se esfumaban de la noche a la mañana. Ahora, los recortes inversores anunciados por el Gobierno central también van a afectar a proyectos con una demanda histórica. La crisis económica ha sido la última excusa, pero lo cierto es que con crisis o sin ella Aragón las inversiones estatales en materia de infraestructuras llegan con cuentagotas.

Los partidos de la oposición llevan meses alertando de ello. Exigen al presidente aragonés. Marcelino Iglesias, más contundencia a la hora de reclamar a sus compañeros de filas de Madrid mayores inversiones para Aragón. Y es que consideran que el líder aragonés está más pendiente de los intereses del partido que de los de su propia Comunidad. Por eso, piden un cambio de 180 grados en las relaciones con el Ejecutivo de Zapatero. Hasta ahora, Aragón se ha dejado oír poco en Madrid, y desde la oposición aseguran que ya va siendo hora de conformarse con lo poco que recibe la Comunidad.

La Travesía Central del Pirineo; la electrificación de la línea ferroviaria entre Zaragoza y Teruel; la construcción de las autovías A-40, A-2, o A-68; y los embalses pendientes del Pacto del Agua son algunos de los ejemplos de cómo Aragón se sitúa a la cola de las prioridades en materia de inversiones. La lista no acaba ahí.

Apuesta por el tren

El Gobierno de Aragón ha hecho una apuesta clara por el tren. Más rápido y eficiente es el medio de transporte más idóneo para cobertura a las plataformas logísticas de la Comunidad. Sobre la mesa proyectos importantes en esta materia que carecen de compromisos firmes por parte del Gobierno de Zapatero.

Travesía Central del Pirineo

El respaldo del Ejecutivo a este proyecto a largo plazo es prácticamente nulo. Ha sido desde un primer momento el Gobierno aragonés quien ha tenido que buscar por su cuenta los apoyos a esta infraestructura, que conectará Zaragoza con París a través de la Alta Velocidad. Esta semana, el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, viajó sólo a Bruselas para reunirse con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. El objetivo de la visita conseguir que la Unión Europea aporte dinero para la construcción de este eje ferroviario, considerado prioritario en Europa, pero aparcado por el Gobierno central. Desde Madrid, son más partidarios de mejorar las comunicaciones entre España y Francia por a través del Mediterráneo y no del Pirineo. Por el momento, los compromisos en firme son nulos, y el propio ministro de Fomento ha sembrado en varias ocasiones la duda sobre la viabilidad del proyecto.

Reapertura del Canfranc

Si complicadas están las cosas con la TCP, no menos difícil lo tiene el Canfranc. La reapertura del túnel internacional, que une España con Francia a través del Pirineo, no es una prioridad ni para el Gobierno francés ni para el español. Al tratarse de un proyecto regional ambos entienden que debe de ser Aragón y la región francesa de la Aquitania quienes tomen la decisión de reabrir esta línea ferroviaria que Francia cerró de manera unilateral en 1970. Sobre la mesa se han puesto varios informes que prueban la viabilidad del proyecto a corto plazo, pero ni con esas se dan pasos hacia su puesta en funcionamiento. Los estudios hablan de una inversión necesaria de 200 millones de euros que darían rentabilidad económica desde el primer momento. Las últimas declaraciones hechas desde Fomento apuntan a que la reapertura tendrá que seguir esperando. Y es que, por el momento, el Gobierno central no va a aportar el dinero necesario para poner en marcha el proyecto.

Teruel-Zaragoza

Bien distintos son los problemas en la línea ferroviaria que une Zaragoza con Teruel y se prolonga hasta Valencia. En este caso se trata de una infraestructura en uso, pero con graves deficiencias. Tanto que en muchos tramos todavía está sin electrificar y las características de la vía no soportan la Alta Velocidad. Así que eso de que el AVE llegue a Teruel, tal y como prometió Zapatero cuando llegó a La Moncloa es a día de hoy una utopía. Es más rápido hacer el trayecto en coche que en tren, de ahí la baja demanda que tiene la línea.

Autovías pendientes

La A-40

Teruel es históricamente una de las provincias a las que menos inversiones llega. Su lista de demandas es muy abultada. Con unas comunicaciones ferroviarias deficientes, todas sus esperanzas estaban puestas en la A-40. Sin embargo, la declaración de impacto medioambiental negativa echó al traste todas las esperanzas de contar con una autovía que uniera Teruel con el centro y el sur de la provincia. El proyecto ha tenido que volver a empezar así que todavía tardarán varios años en comenzar las obras.

A-2 y A-68

Duro varapalo el que se han llevado en las últimas semanas estos proyectos. Se trata del desodablamiento de la N-II, entre Alfajarín y Fraga, y el de la N-232, entre Figueruelas y Mallén. Ambas carreteras llevan años esperando para su reconversión en autovías, sin embargo, el recorte de Fomento les va a afectar directamente, a pesar de que son obras muy demandadas debido a la siniestralidad y el peligro que acumulan las actuales carreteras. Se trata de vías con el firme en mal estado y escasa visibilidad. En lo que va de año, ambas suman una decena de accidentes.

A-22

La autovía que une Huesca con Lérida también ejemplifica de manera clara la falta de compromiso con Aragón. Se comenzó a construir hace una década y a día de hoy no está finalizada. Faltan varios tramos para que la autovía esté completada. En algunos de ellos se han dado graves problemas, como por ejemplo, Ponzano-Velillas, que ha sufrido retrasos debido a las simas que se abrieron durante su construcción.

Obras hidráulicas

El Pacto del Agua fue aprobado por unanimidad en las Cortes de Aragón en 1992. Recoge las obras en materia hídrica que necesita la Comunidad para hacer frente a sus necesidades. Más de una década después muchos de esos proyectos todavía no se han plasmado en la realidad. La falta de plazos y dinero para ejecutar las obras es una de las críticas más constantes de Aragón a Madrid. Sin embargo, el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino sigue sin dar respuesta a las pretensiones aragonesas. Desde el PP se muestran muy críticos con la política hidráulica del Gobierno central en Aragón y aseguran que es un «engaño a los ciudadanos».

Recrecimiento de Yesa

Ampliar el pantano de Yesa para abastecer de agua de calidad a Zaragoza y su entorno sin perjudicar a los regantes es el proyecto más importante de las que todavía están pendientes. Las obras aún no han empezado, porque el proyecto definitivo todavía está dando sus últimos pasos administrativos. Es seguro que los trabajos no acabarán antes del año 2015, y eso si todo va bien y no hay nuevos aplazamientos.

En diciembre de 2007, la entonces ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguró que las obras del recrecimiento de Yesa empezarían en mayo de 2009 y acabarían en mayo de 2013. Y ni ha ocurrido lo primero ni sucederá lo segundo. Los calendarios se han incumplido constantemente, por eso ahora el Ejecutivo central ha optado por no comprometer nuevas fechas y dejar que pase el tiempo.

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