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«No hay ningún acuerdo en la trastienda con Murcia y Valencia para los trasvases»

Elena Espinosa asegura que «si en algún momento se pone encima de la mesa el trasvase de Valdecañas, será tan público como los planes de cuenca»

MANUEL BUITRAGO

Elena Espinosa se presta al chiste fácil de que no se sabe si sube o si baja, dada su condición de gallega, y más si se trata de agua. No se aparta ni un milímetro del discurso oficial y no hace concesiones a la galería.Quienes la conocen, saben que no van a sacar de sus labios nada que no quiera contar debido a su habilidad nadando y guardando la ropa.Se moja lo justo, por no decir que nada si se mira desde el prisma de la Región de Murcia. No tiene conejos en la chistera ni ofrece grandes titulares, ni siquiera asegurando el futuro del Trasvase Tajo-Segura. De momento, funciona. Cuando asumió la cartera del agua, tras la salida de Cristina Narbona, amortiguó las protestas de los gobiernos autonómicos que, en el caso de Murcia y la Comunidad Valenciana, cedieron en aras a un pacto no escrito de que se iba a levantar el tablacho de los trasvases. La ministra de Medio Ambiente,Medio Rural yMarino lo niega. Parece tener una fe ciega en la desalación, que después de seis años no ha solucionado el déficit delSegura. ¿Trasvases? Sí, pero como la parte de un todo.

–Siendo usted de Orense, ¿cómo percibe los problemas de déficit de agua en el Sureste? Como gallega, no lleva puesto el ADN de la sequía, como la gente de aquí.

–Me gustaría que tuviéramos una visión muy clara de nuestra España. Hay un gran desconocimiento porque, automáticamente, identificamos el norte con agua, y el sur y el este sin agua. Si bien el norte tiene mayor pluviometría, también es una zona que históricamente no se ha preparado para tener menos agua. Con la sequía, en Galicia hubo cortes de agua y dificultades para llegar a muchas poblaciones.Sin embargo, esa situación no la hemos tenido en Murcia. Hoy, los problemas de agua se dan en toda España.

–Cuando asumió las competencias de agua se inauguró una etapa de buen rollo con todas las comunidades autónomas. ¿Apagó los fuegos encendidos por su antecesora, Cristina Narbona?

–Debemos tener el máximo respeto a las competencias de los ayuntamientos, de la Comunidades y del Gobierno España. Eso nos lleva a  estar en un permanente diálogo. Pero en esta legislatura no se ha modificado para nada el programa de mi antecesora. Pensemos que el Gobierno tiene el Programa del PSOE, y no se ha modificado en absoluto. Seguimos con la misma política, haciendo los mismos esfuerzos o más, ya que todo nos indica que con el cambio climático podemos llegar a tener menos agua en todos los rincones del mundo.

–Entre los gobernantes delPP de laRegión de Murcia y de la Comunidad Valenciana se ha observado que había un compromiso velado con su Ministerio: menos beligerancia política a cambio de trasvases. ¿Existe un acuerdo en la trastienda en esa línea?

–No, no hay ningún acuerdo en la trastienda y, es más, hay absoluta transparencia. Me han oído decir muchas veces que teníamos que llegar a un pacto por el agua en toda España. He dicho incluso cómo podríamos llegar a ese pacto, que es a través de los planes de cuenca que ahora se están redactando. Eso debe confluir en un acuerdo global. Pero nada en la trastienda.

–¿Cómo se explica usted que en España se lleve discutiendo más de un siglo para resolver un déficit de 450 hectómetros anuales en elSureste, que es un volumen mínimo si se compara con toda el agua que se consume enEspaña? Hasta ahora, ningún Gobierno ha conseguido solucionar el problema.

–No coincido con esa afirmación tan rotunda que hace. Perdone que discrepe. Porque si esa es la cantidad para siempre, para toda la vida, con las plantas desaladoras la tenemos absolutamente solucionada.

–Usted sabe que las desaladoras, después de seis años...

–Centremos el problema. Hoy no vivimos como vivíamos hace cien años. El consumo per capita es diferente, tenemos mayor nivel de vida, más higiene, más necesidades de agua, más población y más desarrollo industrial. El déficit de 450 hectómetros no es permanente. ¿Cuál va a ser en el futuro? Será el que diseñen los que tienen la responsabilidad de hacerlo. Y vuelvo a enlazar con los planes de cuenca. Desde el Gobierno, y entre todos, tenemos que encontrar los recursos para solucionar las demandas de hoy y del futuro. Reconozco que el problema existe desde hace mucho tiempo, pero no me vale esa cantidad.

–Le he dado esa cantidad (sacada del plan de cuenca delSegura), contando con que llegarán los 600 hectómetros anuales del Tajo.

–Usted me dice que este problema es histórico. ¿Hace 50 años necesitábamos esa cantidad de agua, sí o no? ¿Dentro de 20 años vamos a necesitar la misma cantidad, sí o no? Por eso se crean los planes de cuenca, que se tienen que actualizar cada seis años porque la sociedad cambia y nuestro entramado industrial también. Si somos justos, es cierto que hace tiempo podía haber falta de agua en algunas zonas de esta Región, pero tenemos que pensar que teniendo una de las mayores sequías que se han registrado en nuestro país no ha faltado agua para  la población. Eso significa avances. Podrá considerarlos pequeños y modestos, pero son avances que nos llevan a afirmar que el agua para uso doméstico, que es lo primero,  está afortunadamente garantizada. Y poco a poco iremos dando pasos para solucionar a todas las demandas que se puedan plantear.

–¿Trasvase Tajo-Segura para muchos años, sí o no? ¿Cuál es su posición, clara y tajante sobre el futuro de este acueducto?

–Bueno... Lo hemos hecho hasta ahora, cuando Murcia lo ha necesitado. Todo el mundo tiene que pensar que las reglas de explotación de este Trasvase tienen unas comisiones técnicas que deciden. Nosotros, desde elConsejo de Ministros, sólo intervenimos desde el punto de vista más político cuando estamos en unas situaciones extremas como las que hemos pasado. Por lo tanto, dejemos trabajar a esa Comisión que tenemos, y que recogen las propias reglas de explotación, dado que, si no me equivoco, lleva haciéndolo desde el año 78.

–Sí, ¿pero desde el punto de vista político, el Gobierno central apuesta por esta infraestructura?

–Pero en ese contexto general. Tenemos que hablar del agua que dispone la Comunidad, de las plantas desaladoras, de la reutilización, y por supuesto del agua del trasvase. Pero, por favor, no centremos las necesidades de esta Comunidad única y exclusivamente en un recurso, porque si lo hiciéramos así, posiblemente no tendríamos solución. Hay que utilizar todos los recursos disponibles.

–Aprovechando que se cumplen seis años de la derogación del Trasvase delEbro, los gobiernos de Murcia yValencia piden que se actualice el proyecto. Insisten en que se construya porque es viable.

–Primero, está derogado. Y desde luego por parte del Gobierno no hay ninguna intención en cambiar el Plan Hidrológico Nacional. Segundo, no era un proyecto viable ni desde el punto de vista económico, ni social ni medioambiental. Y si alguien lo puede demostrar, que lo demuestre. Pero no nos valen afirmaciones. Hay que tener datos y seguridad en lo que se dice.

–Permítame que le diga que usted es más tajante respecto del Trasvase delEbro que sobre el futuro del Tajo-Segura.

–No, no. Vamos a ver. Lo del Ebro... Lo del Ebro... Se lo dije clarísimamente. Muchas veces se hacen afirmaciones de que se puede construir. Le digo que no. Que estaba estudiado y que no era viable. En el otro  caso dije...  Vamos a ser realistas. Supongamos que estamos en una época escasa, y si Murcia solamente piensa en ese trasvase no llegaría el agua, porque no existiría. Si hace dos años, cuando tuvimos esa enorme sequía, Murcia pensaba exclusivamente en lo que había en la cabecera del Tajo no habría llegado (agua) ni  para la población. Estoy siendo tan tajante en un caso como en otro, porque en ningún momento le he dicho que no...

–¿Y lo va a ser también respecto  del proyecto del Trasvase de Valdecañas, en Cáceres?

–Ese proyecto no está en el Ministerio. He dicho con toda claridad que si en algún momento se ponía encima de la mesa... será tan público como van a ser y son los planes de cuenca. Pero sigue sin estar encima de la mesa.

–No parece que las desaladoras tengan el resultado previsto. Han pasado seis años y la producción real  no llega hoy a los 90 hectómetros. Para alcanzar el objetivo que se habían marcado, 470 hectómetros, queda mucho por producir.Además, los regantes no consideran el precio competitivo, porque es alto.

–Vamos a llegar a  esas cantidades. Son obras muy complejas desde el punto de vista técnico.A esa complejidad hay que sumar los trámites administrativos que no dependen del Gobierno de España, sino de los ayuntamientos y las Comunidades Autónomas.Enalguna, no quiero señalar a ésta, hemos tenido gravísimos problemas  para poder tener una declaración de impacto ambiental que nos permitiera iniciar las obras. Hemos mejorado muchísimo y todo indica que podemos llevar más velocidad en las obras.

–El plan de cuenca del Segura prevé 600 hectómetros del Tajo que tienen que venir, y eso chocará con el plan del Tajo...

–No está finalizado. Cuando tengamos recogidas todas las alegaciones hablaremos de cantidades y cuantías exactas. Pero permítame que no anticipe nada porque si hablo de acuerdo y fijo una cantidad, los demás dirán para qué pido consenso.

–¿Es la agricultura un sector de futuro, cuando se habla de que puede claudicar ante los mercados del norte de África y de Sudamérica? ¿Qué diagnóstico tiene para el regadío murciano?

–Es un sector de futuro, con toda rotundidad. En laEstrategia Europa 2020 aparece como uno de los sectores que formarán parte del futuro de la Unión. Es un éxito del presidente Rodríguez Zapatero que hubiera una mención expresa a la agricultura dentro del diseño que se aprobó en la UE. Estamos atravesando una situación de crisis de la que no es ajena la agricultura. Pero dejando este paréntesis, la agricultura está llamada a seguir generando empleo y riqueza. No nos olvidemos nunca de que nuestros agricultores han hecho un esfuerzo tremendo en modernización, calidad y seguridad alimentaria. Ahora nos toca vender un poco mejor. Es la gran diferencia respecto a otros países que ha mencionado.

–Cuando habla de modernización, sabrá que los agricultores de aquí han invertido mucho dinero en modernizar sus instalaciones y aplicar sistemas de ahorro, pero se quejan de que no tienen agua asegurada para el futuro, y que tienen que pelear lastimosamente cada desembalse delTajo.

–Hay que poner de nuevo el debate en su justo término. ¿Alguien tiene la seguridad de vivir dentro de mil años? Seguramente no. Con el Gobierno socialista no le ha faltado agua ni a Murcia ni a los agricultores.  Si no ha faltado agua hasta hoy, no va a faltar agua en un futuro. No va a faltar porque las inversiones están muy avanzadas.

–¿Cómo están sus relaciones con los colectivos ecologistas, como Greenpeace y la Nueva Cultura del Agua? ¿Les da calor? A usted no la recibieron muy bien cuando asumió las competencias de agua y medio ambiente junto a las de agricultura.

–Las relaciones son muy buenas. Agradezco las aportaciones que nos hacen porque nos valen para reflexionar y escapar de la endogamia. Eso no significa que discrepemos muchas veces. Los considero tan imprescindibles y necesarios como otras organizaciones sociales.

–¿Cuál es su diagnóstico de la situación política actual en España. ¿Da pábulo a runrún de una remodelación de gobierno?

–No voy a entrar en remodelación sí o no.

– ¿Ve a Zapatero contra las cuerdas? ¿Está amortizado?

–En absoluto. El presidente del Gobierno está más fuerte que nunca, trabajando como siempre, pero ahora más centrado en esta situación económica tan dura que estamos viviendo en España, en la UE y a nivel internacional. Está preocupado en salir lo más rápido posible de esta situación y en la poca responsabilidad de la oposición. No hay que ir muy lejos. Sólo hay que mirar la diferencia de lo que ocurre en Portugal y en España. Son dos gobiernos socialistas  con una postura totalmente diferente por parte de la oposición.

–El Gobierno tampoco es muy popular ahora. El propio Zapatero ha sumido su culpa por la imagen de España hacia el exterior.

–Me da igual. Si quiere hablamos de Irlanda, de Francia, de Portugal, de Italia, Grecia... Cualquier gobierno que tenga que asumir una crisis como la que estamos viviendo sufre un desgaste inevitable. Eso no nos asusta. No vamos a dejar de trabajar aún sabiendo que podemos sufrir un desgaste mayor.

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