Hazte premium Hazte premium

Récords de asistencia en el festival Azkena

La cita rockera por excelencia se cerró la madrugada del domingo en Vitoria con cerca de 50.000 visitantes, que vibraron con las actuaciones de KISS y Bob Dylan, entre otros

EFE

I. SERRANO

Un año más, éxito total del Azkena Rock Festival (ARF) en Vitoria, una cita que pone los dientes largos a los buenos rockeros de toda Europa desde el momento en que se empiezan a conocer los integrantes del cartel. Este año, KISS y Bob Dylan eran las estrellas indiscutibles, pero el macroconcierto dio para mucho más.

El jueves, tras la rabiosa descarga de Jim Jones Revue y el show de los jovencísimos y mediáticos Kitty, Daisy & Lewis, Gov't Mule daban una clase magistral de rock frente a 10.000 personas en el Escenario Alex Chilton (en homenaje al fallecido miembro de Big Star) con la presentación de su último disco, "By a Thread", y el repaso de buena parte de su discografía, una sucesión de piezas de artesanía elaboradas por Warren Heynes, músico que en su momento revitalizó a unos Allman Brothers en decadencia. Tampoco decepcionaron los energéticos Airbourne, que como siempre, tuvieron que superar las comparaciones con AC/DC con un concierto que no diese un respiro... y que pusiese los pelos de punta, pues su guitarra se jugó el tipo subiendo los andamios del escenario sin ningún tipo de arnés, hasta llegar a lo más alto y lanzar un salvaje solo con su instrumento. La jornada quedó cerrada con el garage-punk de Black Lips, que conectaron con sus fieles desde el primer minuto hasta el último, en el que destrozaron sus intrumentos con tal fiereza que hasta llegaron trozos de guitarra al público.

El segundo día, Imelda May -que también dio un concierto gratuito por la mañana en la Plaza de la Virgen Blanca, en pleno centro de Vitoria-, The Saints y Slash -no faltó el "Sweet Child of Mine" de Guns n' Roses- calentaron el ambiente antes del espectáculo de KISS, que transmitió tanta nostalgia como felicidad a cerca de 20.000 fanáticos, muchos de ellos maquillados como el grupo norteamericano. Tras la fiesta final con "Rock'n'roll all nite", el cielo sobre el recinto del ARF quedó cubierto de confetti y fuegos artificiales, en una imagen realmente espectacular que quedará para el recuerdo. El mayor mérito fue, sin embargo, para los suecos Imperial State Electric, que dieron una descomunal descarga de guitarras en el cierre de la noche, manteniendo a muchos miles en el festival hasta entrada la madrugada.

En la noche del sábado cayeron algunas lluvias, pero eso no impidió que otras 20.000 personas se acercasen a vibrar con las actuaciones de NRBQ, Chris Isaak, The Hives, Bad Religion y especialmente Bob Dylan, que dio uno de esos conciertos que desata la división de opiniones, pero que dejó su huella en todos los presentes con los inmortales acordes de "Like a rollin' stone", gran broche de oro para una nueva edición de este festival lleno de coherencia y buen gusto, al que todos deseamos una larga vida. El año que viene, en su décimo aniversario, una nueva oleada de amantes de la música, entre los que seguramente habrá algunos de los 50.000 que han pasado estos tres días por allí, le cantarán el cumpleaños feliz, cómo no, en clave de rock.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación