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Mucho contoneo y mucho glamour en el Radio City Music Hall de Nueva York. Más al estilo de Hollywood que al de Broadway. La entrega de la 64 edición de los premios Tony al teatro y la comedia musical —los máximos galardones de la escena estadounidense— reunieron en la noche del domingo a figuras más emblemáticos por su presencia en la gran pantalla que por su actividad sobre las tablas. Una noche de teatro por todo lo alto con un aspecto de lo más cinematográfico, incluida la alfombra roja. Scarlett Johansson, enfundada en un brillante diseño de Elie Saab; Catherine Zeta-Jones, que lucía un vestido princesa de Atelier Versace; y Denzel Washington fueron las estrellas de la ceremonia.
El afroamericano recibió el premio al mejor actor por su papel en «Fences», de August Wilson. Zeta-Jones ganó como mejor actriz en un musical por su trabajo en la reposición de «A Little Night Music». Y Scarlett Johansson se llevó, en su debut en Broadway, el galardón a mejor actriz de reparto por su papel como objeto de deseo de su tío en «A View From a Bridge», de Arthur Miller; donde compartió escenario con Liev Schreiber. La actriz, muy emocionada, no sabía qué decir y explicó que ser miembro de la comunidad de Broadway ha sido para ella «un sueño desde que era una niña».
En cuanto a las obras de teatro, la vencedora de la noche fue «Red», que se alzó con seis de los once Tonys que se premian en esa categoría. Mientras que «Memphis», un musical ambientado en el blues de los años cincuenta le siguió de cerca con cuatro galardones.
En la gala, cuya presentación corrió a cargo del actor Sean Hayes, se dieron cita numerosos rostros conocidos, tanto de la gran pantalla como del panorama musical. Raquel Welch, Paula Abdul, ate Blanchett, Katie Holmes Angela Lansbury, Helen Mirren, Lucy Liu, Chris Noth, Michael Douglas, Stanley Tucci, Anthony LaPaglia, Antonio Banderas o Ricky Martin —ue se subirá próximamente a los escenarios de Broadway on «vita»— fueron sólo algunos de los más populares.




















