Regatear la crisis con lujo

Los outlet están regateando la crisis con artículos de lujo. Lejos de colgar el cartel de «cerrado», este tipo de negocio y varias adaptaciones aparecidas a su vera proliferan en las localidades gallegas. En sus tiendas no se nota el descenso del consumo y las grandes marcas textiles ven en ellos una vía de escape a la recesión continúa que acosa el sector. Un claro ejemplo de ello es Allariz. En tres calles del casco viejo de la localidad ourensana se aglutinan hasta 22 tiendas de outlet. María Mariño, Aira y EA fueron las últimas marcas en unirse a este imperio de las rebajas que ya contaba con la presencia de Massimo Dutti, Adolfo Domínguez o Roberto Verino, entre otros. Poco falta para que Ferrol cuente con su propio centro de gangas. La asociación de comerciantes de la ciudad ha presentado un proyecto a los partidos políticos y Ayuntamiento para convertir Galerías Ferrol —un centro comercial en desuso desde hace un par de años, situado en el centro de la urbe— en un outlet permanente en el que se daría salida a las prendas de fuera de temporada.

En vista del éxito, en toda Galicia proliferan las ferias «outlet». Es la palabra de moda. En 2009, «Santiago Outlet» fue visitado por 22.000 personas, un 27,18 por ciento más que el año anterior. La feria de las rebajas vivirá este año su cuarta edición en el recinto de Amio. La moda en toda su amplitud, como ropa, calzado, peletería, óptica, complementos y deportes, sigue siendo el eje principal de este evento, que en su edición de marzo dcontó con firmas muy conocidas como Valentino, Pertegaz, Calvin Klein, Vitorio&Lucchino, Dolce&Gabbana, Fornarina, Custo, Miss Sixty o Tommy Hilfiger. El próximo 2 y 3 de octubre, la feria celebrará su segunda muestra anual. Entre las últimas novedades incorporadas a la feria, figuran la presencia de nuevos sectores para un mayor servicio al cliente tales como decoración y hogar, descanso y automoción, entre otros.

La necesidad estimula el ingenio. Además de los centros outlet, el sector textil se ve obligado a estrujarse el cerebro para no acabar enterrado bajo la losa de la crisis. Internet se presenta como una autopista donde no existe el límite de velocidad.

El último en unirse a la circulación ha sido el magnate de la moda, Inditex, quien, la pasada semana, anunció que el próximo septiembre comenzará a vender sus piezas de ropa en la red. El grupo textil gallego pondrá a la venta su marca Zara por Internet en España, Alemania, Francia, Italia, Portugal y Reino Unido. A nivel autonómico, destaca el proyecto Mercadogalego.eu, una iniciativa de la Dirección Xeral de Comercio que consiste en la puesta en marcha de una plataforma de venta en línea a través de la que promocionar y vender os productos de los comercios retallistas gallegos.

Otra de las tendencias a las que mira Internet es el alquiler de vestido y bolsos de alta costura. La página web «24fab.com» ofrece a sus clientes la posibilidad de lucir los más sofisticados modelos en eventos importantes sin realizar un importante desembolso de dinero. Cualquier mujer puede escoger entre cinco vestidos que son enviados a su domicilio para probarlos. Una vez escogido el diseño, se recibe en casa dos días antes de la celebración, teniendo que ser devuelto dos días después. El coste medio de alquiler se sitúa en 185 euros, además de los gastos de envío. Así, el cliente puede alquilar un vestido con un precio de 1.000 a 5.000 euros a partir de 150 y, si quiere darse un capricho, la web ofrece la opción de compra.

A pesar de la oportunidad que significa para las empresas la red de redes, España es el séptimo país de la UE con mayor porcentaje de personas que prefieren comprar de forma tradicional a hacerlo a on line. La segunda razón por la que los españoles no hacemos uso del comercio electrónico es por la seguridad en el pago. Según el estudio «El Comercio Electrónico en España», elaborado por El Strategic Research Center de EAE Business School, los españoles somos el doble de propensos que el promedio europeo a no comprar por internet por temor a no recibir el producto o servicio. Tras la investigación, el estudio concluye que los hombres de entre 25 y 34 años y con niveles de educación de FP, Grado Superior o más alto, son el colectivo más propenso a comprar por internet.