Ni Ferran Mascarell, ni Montserrat Tura, ni Antoni Castells. El PSC, a falta de menos de un año para unas elecciones municipales donde todas las encuestas apuntan a que podría perder Barcelona, está pensando seriamente en la posibilidad de un golpe de mano para intentar a la desesperada retener la capital catalana, un golpe de mano que pasaría por colocar a la actual ministra de Defensa, Carme Chacón, como candidata en sustitución de Jordi Hereu, según confirmaron a ABC distintas fuentes próximas al partido.
Aunque los socialistas catalanes han cerrado filas en torno al actual alcalde tras el fiasco de la Diagonal, en el PSC se tiene claro que el debate sobre el candidato no está cerrado, sólo aplazado hasta después de las autonómicas de otoño; y una cosa parece decidida, en función del resultado de esos comicios y si con Jordi Hereu el partido no ve posibilidades de ganar en las locales de mayo, no se dudará a la hora de buscar un sustituto, tal y como sucedió con Joan Clos en 2006. Aunque entonces éste le cedió el testigo a Hereu, con unos cuantos meses más de margen para fraguar la candidatura a la alcaldía.
Fuentes próximas al PSC niegan a Ferran Mascarell cualquier posibilidad de encabezar la candidatura del partido para Barcelona
La figura de Carme Chacón encajaría a la perfección en el perfil de candidato que estaría buscando el PSC, en gran parte ayudada por su condición de mujer y persona de la máxima confianza del presidente José Montilla.
La certeza de que el PSC vería con agrado un perfil en femenino para combatir a un Xavier Trias (CiU) muy señor es lo que alimentó los rumores sobre una posible candidatura de Montserrat Tura, si bien desde el PSC se ha entendido ya que pese a la buena imagen de la consellera, su figura está muy ligada a la marca «tripartito», lo que ahora mismo representa un lastre electoral. Es el mismo pero, junto al trance por el que pasa ahora por su implicación el «caso Palau», el que ha rebajado las posibilidades del también conseller Antoni Castells.
Aunque se asume que Carme Chacón está cuajando su carrera política en Madrid, ciudad donde también ha formado su familia, las mismas fuentes señalan que Chacón no podría negarse a la llamada de su partido, y especialmente de José Montilla, para encarar el reto de Barcelona. Máxime cuando el recorrido del Gobierno de Rodríguez Zapatero es día a día más incierto. En este sentido, las mismas fuentes otorgan carácter de augur a una próxima remodelación del ejecutivo socialista que se espera a corto plazo, donde una pérdida de peso de Chacón en el Gobierno, por no hablar de su salida del mismo, indicarían casi con certeza que el futuro político de la ministra está en Barcelona.
En este contexto de incertidumbre en torno a la candidatura del PSC en Barcelona, la aparición del nombre de Ferran Mascarell ha agitado el debate, en un paso al frente del ex conseller de Cultura que se aplaude o critica en función de la proximidad o lejanía al aparato del partido. Fuentes próximas al PSC niegan a Mascarell cualquier posibilidad de que éste pueda llegar a encabezar la candidatura del partido para Barcelona, menos aún si su designación tuviese que dirimirse en unas primarias donde su derrota, incluso contra un candidato con pocas expectativas como Jordi Hereu, se da por segura.
En esta misma línea, otras fuentes, en este caso más receptivas a las aspiraciones de Mascarell, reconocen que ahora mismo, y con la actual dirección, su futuro político está más fuera que dentro del partido. Pese a seguir militando en el PSC y participando de manera activa en su área de cultura, las aspiraciones de Mascarell pasan más bien por cuajar un proyecto externo, aún muy difuso, que recoja el ideario de regeneración y catalanismo progresista que ha venido exponiendo en artículos y conferencias. La opción, muy expuesta e incierta, pasa obviamente por que todo ese entorno, no sólo del partido, que ha sugerido y alentado a Mascarell para que regrese a la política activa se atreva a dar el paso con él, en una tercera vía tan atractiva como arriesgada.
Cinco meses de plazo
Lo que sí está claro es que Mascarell tiene ganas, y no se corta en resaltar sus diferencias con el actual gobierno del PSC en la ciudad. Si la pasada semana lamentaba en «La Vanguardia» la marcha de la concejal de Ciutat Vella Itziar González, ayer en el mismo diario consideraba «desesperante el desánimo que arrastra la ciudad» y abogaba por «recuperar el liderazgo de su conurbación metropolitana», después de criticar «la mala manera de plantear los Juegos de invierno».
Sea como fuere, la estrategia del PSC para Barcelona está abierta. El PSC, que no dudó en relevar a Joan Clos cuando las encuestas le daban 10 concejales, da a Jordi Hereu sólo unos meses de margen, hasta otoño. Si remonta en las encuestas, podría repetir, sino, Carme Chacón es quien tiene más números para relevarle.
