A partir del próximo 15 de julio, usted, lector, podrá adquirir por un 30% menos de su precio en papel, algunos de los libros más vendidos en los últimas temporadas.

Desde la trilogía de Stieg Larsson, a Pérez Reverte, Miguel Delibes, Ruiz Zafón, el último premio Alfagura, Hernán Rivera Letelier; Saramago, Julia Navarro, Ken Follet... En total 2.000 títulos (para finales de año esperan ampliarlo a 10.000 títulos) que se podrán adquirir a través de ocho librerías online, a las que en septiembre se sumarán una docena más. «Esta es una fase de experimentación», reconocía ayer Arantza Larrauri, directora general de Libranda, una plataforma constituida por siete editoriales (que publican 10.000 de los 74.000 títulos que se editan anualmente en España), y que funcionará como un gran almacen de contenidos digitales que serán distribuidos a través de librerías online. Y es que, a diferencia de Amazon, uno de los grandes líderes en la venta de contenidos digitales, Libranda «no es una tienda», y tiene muy claro que cuenta con ellas, las librerías, como cómplices de esta ambiciosa aventura.
«La plataforma quiere respetar la cadena de valor del libro, y el ecosistema de las librerías. Todos los elementos de la cadena tienen su valor», subrayó Larrauri durante la presentación oficial a los medios. «Libranda actúa como un operador logístico que presta servicios de almacenaje y distribución digital a las editoriales y a las tiendas on-line. Su principal objetivo es poner a su disposición el contenido digital de las editoriales con las que trabaja». Otro punto que quiso dejar claro Larrauri, es que en ningún caso la plataforma será quien negocie las condiciones comerciales de los contenidos, labor que realizarán las editoriales «directamente y con total independencia».
Lanzamientos simultáneos
Precisamente en estos momentos, muchas de ellas están cerrando acuerdos para adquirir los derechos digitales de algunos de los títulos de los que ya disponen en papel. Un paso importante para poder realizar en el futuro el lanzamiento simultáneo en ambos soportes, por el que algunas editoriales apuestan —«no creemos que perjudique el mercado de papel»—, aunque no todas parecen sumarse a esa opinión. «Existe la voluntad por parte de los editores de tener una novedad rabiosa, pero depende de cada editorial».