Con un esfuerzo financiero adicional se puede recortar hasta un 30% en 2020 las emisiones de gases de efecto invernadero dice la Comisión Europea. La Unión Europea ya lanzó esta propuesta en 2008.

La crisis económica, con su menor actividad industrial, ha hecho que se reduzca de 70.000 millones de euros a 48.000 millones el coste que supondría una reducción del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2020. Si se mantiene la tendencia productiva actual, o incluso se recupera, el objetivo del 30% supondría 81.000 millones al año, 33.000 millones por encima del coste actual, según una comunicación presentada ayer en Bruselas para que sea discutida por los Gobiernos y el Parlamento Europeo.

El documento señala que endurecer el objetivo permitirá a la UE mantener el liderazgo en renovables y vehículos de bajas emisiones, ante el empuje de China y EE.UU. Connie Hedegaard, comisaria de Acción Climática, asegura que será una inversión beneficiosa: «Incrementará la competitividad de la industria europea, creará nuevos empleos, incrementará la seguridad energética y reducirá el consumo, con lo que el ahorro en importaciones podría llegar hasta los 40.000 millones de aquí a 2020».

Alemania, Francia, Italia y Polonia recelan de la propuesta mientras que Reino Unido, España y Bélgica, entre otros, la apoyan. Los ministros de Medio Ambiente de la Unión harán un primer estudio de los planes de la Comisión el próximo día 11, con vistas a que los jefes de Estado y de Gobierno comunitario le echen un vistazo en el Consejo Europeo del 16 de junio.