El líder de la oposición reprocha que el presidente del Gobierno haga caso a quienes vienen desde fuera a vigilar nuestras cuentas y no atendiese la iniciativa del PP de reducción del déficit. «A Zapatero le han hecho ver la luz», ha reprochado
Mariano Rajoy, hoy en el Congreso repeliendo las medidas de Zapatero, aunque se ha alegrado de que por fin haya adoptado la decisión de recortar el gasto / EFE
Actualizado
Miércoles
, 12-05-10 a las 18
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El presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, ha saludado un plan de recorte del déficit que ha preconizado su partido desde el principio de la crisis. El líder de la oposición sí ha reprochado al presidente del Gobierno, justo al terminar éste su turno de intervención para desgranar de qué partidas reducirá el gasto público, que tardase más de un año en «descubrir la crisis» y haya tardado más de dos «en darse cuenta de que gobernar es algo más que gastar y engordar el déficit público». «Al señor Zapatero le han hecho ver la luz», «hay que marcarle la ruta y vigilarle», ha afirmado Rajoy lamentando que «estén ocurriendo cosas que no debieran haber ocurrido, como el deterioro de la imagen de España». Y se ha quejado, además, de que tengan que «venir desde fuera a vigilarnos las cuentas».
En un tono mucho más duro de la cordialidad que presidió hace justo una semana el encuentro bilateral en La Moncloa, el jefe de la bancada popular ha despertado a los suyos al cantar que «se acabó» un apoyo a una forma de gobernar que ha resultado infructuosa. El pasado miércoles le pedí un plan de reducción del déficit, que rechazó, y dos días después, cuando Bruselas le apretó las tuercas, lo aceptó, ha sintetizado Rajoy, que ha puesto fin a la praxis de este Ejecutivo que se sustentaba, hasta la reacción del presidente Zapatero, en un «gasto sin freno, en el descontrol y en la deuda inflable».
«El recorte del gasto es bueno», pero «no improvisado» «Como usted ha malgastado el tiempo, se ve obligado ahora a improvisar un plan de reducción de 15.000 millones de euros en tres días y no es una tarea para tres días», ha censurado Mariano Rajoy, que a continuación ha evidenciado cómo si, hace siete días, no se atrevió a presentar un recorte del gasto -diciendo que «un recorte del gasto adicional supondría un freno a la incipiente recuperación económica», en la rueda de prensa posterior a la entrevista en el Palacio presidencial- sí ha tenido que hacerlo posteriormente. En contraposición, Rajoy ha comulgado en que «el recorte del gasto es bueno», pero no de manera improvisada como se ha hecho a destiempo.
El presidente del PP, quejoso porque se le achaque una falta de alternativa, ha desgranado un abanico de medidas para recortar el gasto de manera más contundente que el plan gubernamental, entre las que ha destacado la supresión inmediata de la Vicepresidencia tercera de Manuel Chaves y los ministerios de Igualdad y Vivienda, al tiempo que «fusionar» los departamentos de Educación y Ciencia y los de Trabajo y Sanidad.
El líder del PP ha finalizado su intervención en la tarima del hemiciclo acusando abiertamente a Zapatero de «acometer un gran recorte de derechos sociales» para acelerar la reducción del déficit público y que prometió en numerosas ocasiones «no tocar». Por ello, el gallego ha sido muy claro al decir que es «única y exclusiva responsabilidad» del presidente del Ejecutivo este recorte de prestaciones sociales, cuya «inacapacidad» la van a «pagar» ahora «todos los españoles», entre ellos pensionistas y futuras madres.
Por ello, en su turno de contrarréplica, ha advertido al presidente del Gobierno que no apoyará la «congelación de las pensiones» anunciada hoy si antes no recorta los «gastos superfluos» del Gobierno, empezando por el recorte de las subvenciones de partidos políticos, organizaciones empresariales y sindicatos. Rajoy ha espetado al jefe del Ejecutivo -provocando una sonora pitada socialista- que «nunca» vuelva a hablarle al PP de derechos sociales después de aprobar el «mayor recorte social de la historia», liquidando la ley aprobada por el PP en 1996 que garantizaba la revalorización de las pensiones.
«No le apoyaremos mientras haga demagogia», ha afirmado rotundo Rajoy, porque decir que debe recortar gastos de los que más tienen y hacerlo de las consignaciones presupuestarias dedicadas a pensiones o futuras madres «es eso, pura demagogia». «No le vamos a dar un cheque en blanco» para respaldar esas medidas, ha concluido el líder popular.
En un tono mucho más duro de la cordialidad que presidió hace justo una semana el encuentro bilateral en La Moncloa, el jefe de la bancada popular ha despertado a los suyos al cantar que «se acabó» un apoyo a una forma de gobernar que ha resultado infructuosa. El pasado miércoles le pedí un plan de reducción del déficit, que rechazó, y dos días después, cuando Bruselas le apretó las tuercas, lo aceptó, ha sintetizado Rajoy, que ha puesto fin a la praxis de este Ejecutivo que se sustentaba, hasta la reacción del presidente Zapatero, en un «gasto sin freno, en el descontrol y en la deuda inflable».
«El recorte del gasto es bueno», pero «no improvisado» «Como usted ha malgastado el tiempo, se ve obligado ahora a improvisar un plan de reducción de 15.000 millones de euros en tres días y no es una tarea para tres días», ha censurado Mariano Rajoy, que a continuación ha evidenciado cómo si, hace siete días, no se atrevió a presentar un recorte del gasto -diciendo que «un recorte del gasto adicional supondría un freno a la incipiente recuperación económica», en la rueda de prensa posterior a la entrevista en el Palacio presidencial- sí ha tenido que hacerlo posteriormente. En contraposición, Rajoy ha comulgado en que «el recorte del gasto es bueno», pero no de manera improvisada como se ha hecho a destiempo.
El presidente del PP, quejoso porque se le achaque una falta de alternativa, ha desgranado un abanico de medidas para recortar el gasto de manera más contundente que el plan gubernamental, entre las que ha destacado la supresión inmediata de la Vicepresidencia tercera de Manuel Chaves y los ministerios de Igualdad y Vivienda, al tiempo que «fusionar» los departamentos de Educación y Ciencia y los de Trabajo y Sanidad.
El líder del PP ha finalizado su intervención en la tarima del hemiciclo acusando abiertamente a Zapatero de «acometer un gran recorte de derechos sociales» para acelerar la reducción del déficit público y que prometió en numerosas ocasiones «no tocar». Por ello, el gallego ha sido muy claro al decir que es «única y exclusiva responsabilidad» del presidente del Ejecutivo este recorte de prestaciones sociales, cuya «inacapacidad» la van a «pagar» ahora «todos los españoles», entre ellos pensionistas y futuras madres.
Por ello, en su turno de contrarréplica, ha advertido al presidente del Gobierno que no apoyará la «congelación de las pensiones» anunciada hoy si antes no recorta los «gastos superfluos» del Gobierno, empezando por el recorte de las subvenciones de partidos políticos, organizaciones empresariales y sindicatos. Rajoy ha espetado al jefe del Ejecutivo -provocando una sonora pitada socialista- que «nunca» vuelva a hablarle al PP de derechos sociales después de aprobar el «mayor recorte social de la historia», liquidando la ley aprobada por el PP en 1996 que garantizaba la revalorización de las pensiones.
«No le apoyaremos mientras haga demagogia», ha afirmado rotundo Rajoy, porque decir que debe recortar gastos de los que más tienen y hacerlo de las consignaciones presupuestarias dedicadas a pensiones o futuras madres «es eso, pura demagogia». «No le vamos a dar un cheque en blanco» para respaldar esas medidas, ha concluido el líder popular.


