Lula y el frente bolivariano amenazan con un plantón en la cumbre con la UE
El Gobierno español está realizando numerosas gestiones para evitar que se cumpla el boicot a la cumbre Unión Europea-América Latina con el que han amenazado la mayoría de los países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasar) si a la reunión asiste el presidente ... de Honduras, Porfirio Lobo.
Después de que Barack Obama anunciara que no viajaría a España para la cumbre UE-Estados Unidos, el Ejecutivo tenía puestas sus esperanzas para salvar la presidencia española de la UE en otras dos grandes citas: con los países de América Latina, del 17 al 19 de mayo, en Madrid; y con los países de la Unión por el Mediterráneo, el 7 y 8 de junio, en Barcelona. Ésta última se encuentra siempre pendiente de cómo evolucionen las negociaciones en el proceso de paz de Oriente Próximo, de forma que la gran esperanza se centraba en la reunión con los latinoamericanos.
Sin embargo, la crisis hondureña, como adelantó ABC, hace temer también por esta reunión. El martes, en la cumbre de Unasur, en Buenos Aires, su presidente, el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, advirtió de que la mayoría de los países no acudirán a Madrid si también lo hace Lobo, a quien no reconocen, por considerar que es fruto del golpe de Estado que derrocó a Manuel Zelaya. El movimiento de boicot a la cumbre, según pudo saber este periódico, fue iniciado por el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y seguido de inmediato por Correa y el resto del frente bolivariano: Hugo Chávez (Venezuela)y Evo Morales (Bolivia), a quienes se unió el presidente de Uruguay, José Mujica y, con menos claridad, el chileno, Sebastián Piñera, lo cual ha causado cierta sorpresa. Sólo Colombia y Perú no se se sumaron al boicot.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, echó un cable al Gobierno español, y propuso hablar con su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, antes de tomar una decisión irreversible, lo que fue aceptado. Ayer, Correa telefoneó a Zapatero, para darle cuenta de lo acordado. En cualquier caso, la actitud tan dura de Lula ha sorprendido al Ejecutivo español, que desde hace tiempo maniobraba para frenar un posible boicot.
En la reunión, Lula, al parecer, propuso como posible vía de solución que Lobo acepte el regreso de Zelaya a Honduras y que le sean restituidos todos sus derechos políticos. Este asunto, u otra posible solución al problema creado, estaría siendo abordado con el propio Lobo por el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, que acudió a Tegucigalpa para la constitución de la Comisión de la Verdad sobre el golpe de Estado de Micheletti.
Lobo fue invitado a participar en la cumbre a través de una carta conjunta remitida por Zapatero y el presidente estable del Consejo Europeo, Herman van Rompuy.
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