Llevan cuatro años preparando el asalto al poder, pero en cuatro semanas de campaña habrán hecho añicos su futuro si no logran superar lo que se ha demostrado un catastrófico error estratégico -haber reclamado debates televisados- y consiguen ganar con claridad las elecciones. Los hombres fuertes del equipo de David Cameron son George Osborne, número dos del futuro Gobierno en caso de triunfo; Steve Hilton, el estratega que ha construido el liderazgo de Cameron, y el ideólogo Michael Gove. Junto a ellos el grupo se amplía con el jefe de comunicación, Andy Coulson, y con William Hague, ex líder «tory» de quien está previsto que tomaría el Foreign Office si las elecciones les son propicias.

Osborne, Hilton y Grove forman parte del clan de Notting Hill, un grupo que constituye el núcleo duro del «cameronismo». Rondan los 40 años; algunos pasaron por Eton y casi todos por Oxford; son conservadores en lo económico y liberales en lo social. En la política británica se los conoce como «Notting Hill Set», denominación con la que se da a entender tanto su estrecha relación personal de clan como su buena posición económica como residentes de la zona bien del famoso barrio londinense. En el clan se integran entre otros, Ed Llewllyn, jefe de gabinete de Cameron; Andrew Feldman, jefe de finanzas del partido, y Nicholas Boles, uno de los candidatos «tories» que en estas elecciones enarbola la bandera gay.

GEORGE OSBORNE, responsable de Política Económica: El lugarteniente

David Cameron y George Osborne son un «ticket», como en su día lo fueron Blair y Brown, con la diferencia de que uno no ha prometido al otro que con el tiempo le dejará el puesto. Como ocurrió con Blair y Brown, George Osborne (Londres, 1971) pudo haber optado al liderazgo de su partido, pero no fue la indecisión lo que le impidió dar el paso, sino la conciencia de ser aún demasiado joven. Tras la derrota sufrida por los conservadores en las elecciones de 2005, el entonces líder «tory» Michael Howard propuso a Osborne dar el paso, pero éste prefirió no hacerlo y apoyó a Cameron, cinco años mayor. Osborne es de alta clase social, heredero de una baronía y rico. Durante sus años en Oxford formó parte del Bullingdon Club, una exclusiva camarilla de estudiantes famosa por su aristocrática vestimenta y el abuso de alcohol. En ese club coincidió con Cameron y Boris Johnson, alcalde de Londres. Responsable de la política económica de los «tories», será el canciller del Tesoro si éstos forman Gobierno; si pierden tendrá difícil hacerse con el liderazgo, aunque se da por descontado que Osborne seguirá teniendo una importante carrera por delante. Es el jefe de la campaña electoral conservadora. Considerado por los laboristas como el «eslabón débil» en la carta de presentación de Cameron, por su elevado origen social y un rostro excesivamente serio, en realidad se ha impuesto en todos los debates que ha participado.

STEVE HILTON, estratega de campaña: Padre de la marca Cameron

«Vota azul, llévate verde» fue uno de los primeros eslóganes creados por Steve Hilton (Londres, 1969) para crear la marca Cameron y modernizar la agenda y apariencia del Partido Conservador, que históricamente ha utilizado el color azul en su simbología. Sustituyó el logo del partido, que antes era una antorcha, por un ecológico árbol. A pesar del nerviosismo de sectores tradicionales «tories», Hilton fue metódico en su plan: primero «descontaminar» de thatcherismo a Cameron; luego insistir en un discurso social, para finalmente comenzar a concretar promesas electorales. Pero el plan ha descarrilado en la último tramo. La decisión de forzar a Brown a que aceptara debates electorales televisados tenía por objetivo dar la puntilla al laborismo y lograr la mayoría absoluta que aún no parecía del todo asegurada. Pero la avaricia rompió el saco y el «efecto Clegg» ha cambiado completamente el escenario. Hijo de húngaros que huyeron de su país durante la revolución de 1956, ha trabajado en la agencia Saatchi & Saatchi y está casado con Rachel Whetstone, directora de comunicación de Google y también de la Notting Hill Set. Hilton y su mujer eran padrinos del hijo fallecido de Cameron.

ANDY COULSON, jefe de Comunicación: La mano de Murdoch

El tándem Cameron-Osborne no es el único paralelismo con el blairismo, también lo es el fichaje de un periodista de tabloide como jefe de comunicación. Si Tony Blair tuvo a Alastair Campbell, procedente del izquierdista y sensacionalista «Daily Mirror», Cameron echó mano hace tres años de Andy Coulson (Essex, 1968), ex director de «News of the World», dominical del grupo Murdoch que ya lleva meses pidiendo el voto para los «tories». Andy Coulson ha logrado sobrevivir a un polémcio caso de escuchas telefónicas realizadas por el periódico que dirigió entre los años 2003 y 2007, en un proceso judicial en el que ha estado arropado por su anterior patrón. Desde la izquierda se ha insistido en la conexión que el magnate Murdoch tiene con David Cameron a través de su jefe de comunicación. Andy Coulson, más preocupado en la táctica del día a día y en los titulares de los periódicos del día siguiente, ha mantenido algunas diferencias con el estratega jefe de la campaña, Steve Hilton, sobre todo cuando al principio el debate era si centrarse en explicar el propio programa o en lanzar mensajes negativos contra Gordon Brown.

WILLIAM HAGUE, responsable de Política Exterior: El antiguo líder reciclado

Casos de recolocación en la dirección de un partido político por parte de un antiguo líder no abundan. William Hague (Rotherham, 1961) sucedió a John Major como líder de los conservadores cuando éste salió de Downing Street en 1997, y él mismo tuvo que dejar el puesto cuando en el año 2001 perdió las siguientes elecciones. La necesidad de David Cameron de no rodearse sólo de la escogida Notting Hill Set le llevó a recurrir a Hague para elevarlo a responsable de política exterior y próximo titular del «Foreign Office» en caso de una clara victoria electoral. Notorio euroescéptico y en sus tiempos admirador de Thatcher, ha acentuado el discurso de desconfianza hacia la Unión Europea. Ha demostrado ser útil en el proyecto, pero también ha propiciado titulares negativos hace mes y medio cuando se desveló que el mayor donante del partido, Lord Ashcroft, no paga impuestos en el Reino Unido a pesar de que se suponía que ésta era una condición para elevarle a la Cámara de los Lores durante el liderazgo de Hague. A los 16 años Hague ya salió en los telediarios por su llamativa intervención ante el congreso del Partido Conservador. «La mitad de vosotros no estaréis aquí dentro de treinta o cuarenta años», dijo. Dentro de unos meses quizás no estén ni él ni sus compañeros de equipo si la cosas van mal el 6 de mayo.