Expo, las ciudades del pasado y del futuro
Del 1 de mayo al 31 de octubre se celebrará en Shanghái una Exposición Universal en la que participarán más de 200 países con una asistencia estimada de 70 millones de visitantes.
Bajo el lema de «Una ciudad mejor, una vida mejor» , que quiere expresar el deseo de la Humanidad por acceder a una vida mejor en un entorno urbano mejor, este acontecimiento, que está llamado a ser la mayor exposición universal de todos los tiempos y la primera en un país en vías de desarrollo, es la oportunidad que la ciudad esperaba para mostrar los avances de China en campos como la arquitectura, la ciencia, la tecnología y la cultura.
Tras los Juegos Olímpicos de Pekín, su gran rival, le llega el turno a Shanghái, la ciudad más grande de China y la octava del mundo, centro económico, financiero y cultural del gigante asiático.
Expo Shanghái se levanta en un área de 5.28 kilómetros cuadrados en las orillas del río de Huangpu, entre el puente de Nanpu y el puente de Lupu. Precisamente bajo este último se encuentra el sorprendente pabellón español, una impactante estructura de unos 8.500 metros cuadrados de extensión con apariencia de un gigantesco cesto de mimbre, obra del gabinete de arquitectura EMBT de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue.
Aunque con vocación internacional, todo en Expo Shanghái es muy chino. Empezando por el emblema que representa la imagen de tres personas, tu, yo, el/ella con las manos juntas para simbolizar una familia humana unida. El diseño se ha inspirado en el carácter chino «shi» que significa «mundo» y expresa también el deseo de los organizadores de que el evento sea internacional.
«Tesoro marino»
La mascota ya es otra cosa. Para algunos puede competir en fealdad con la totalidad de las mascotas de acontecimientos internacionales: expos, juegos olímpicos, mundiales de fútbol… «Hai Bao», que así se llama la criatura, significa «Tesoro marino». Dicen los organizadores que es un nombre fácil de recordar (especialmente si se sabe chino, claro) pues es sinónimo de buena suerte, por lo que en la lengua de Confucio suena muy bien. Que sus creadores se han inspirado en el carácter «ren», que significa «gente», «persona», «hombre». Aseguran que trasmite complicidad, encanto, felicidad, ingenio y ánimo. ¡Ahí es nada! Su pelo, continúan, es como una ola marina que «muestra generosidad y hospitalidad» (sic).
Con el lema «una ciudad mejor, una vida mejor» los organizadores quieren que los países participantes expresen los diferentes puntos de vista en la relación entre el ser humano y la ciudad, cada día más decisiva para el futuro de todos. Desde 2008, la población urbana supera a la rural en todo el mundo. Se trata de un suceso inédito en la Historia. Al actual ritmo de urbanización, la proporción de personas viviendo en las ciudades será el 60% del total en 2030, de acuerdo con las proyecciones de Naciones Unidas. Por eso la Expo Shanghái hace hincapié en este tema que desarrollará en cinco puntos:
1. ¿Qué necesidades tiene la gente en este proceso de urbanización?
2. ¿Cómo vamos a planificar y construir nuestras ciudades para poder crear una vida mejor?
3. ¿Cómo hay que tratar a la Naturaleza para conseguir una vida urbana sostenible?
4. ¿Cómo ha sido el desarrollo de la urbanización en el planeta?
5. ¿Qué futuro le aguarda al ser humano?
La Expo está dividida en cinco sectores. En la zona A se encuentra el paseo principal (Bulevar) y el pabellón más destacado, el de la anfitriona China, así como los del resto de países asiáticos a excepción de los del Sureste Ssiático y Oeanía que se alojan en la zona B , así como los de las organizaciones internacionales, temáticos y espectáculos. En la zona C se encuentran los pabellones europeos, americanos y africanos. La zona D , al otro lado del río Huangpu, fue hace años el astillero de Jiangnan, una zona industrial que ha sido destruida para dar paso a los pabellones corporativos.
Algunas de las antiguas fábricas se han conservado y tendrán diversos usos públicos en el futuro. Entre los pabellones corporativos que más han llamado la atención están el de la Energía Eléctrica, en que se muestra desde el proceso de producción, hasta el consumo. El visitante entra en un cubo que proyecta imágenes en sus seis lados. El de la Industria Naval. Un museo que ilustra la historia de la industria naviera china. El del pasado, presente y futuro de la Industria Espacial y Aeronáutica China. Y el de la Industria del Petróleo.
Barrio de oficinas
Por último la zona E, en la misma orilla que el anterior, alberga los pabellones de la Civilización Humana, la Exploración Urbana y la Mejor Práctica Urbana. El área de este último pabellón, con más de cincuenta edificios, será después de la feria un barrio de oficinas, galerías, museos y bares. La zona de 150.000 metros cuadrados comprende cuatro viejas fábricas remodeladas y albergará los cincuenta pabellones que construirán las distintas ciudades seleccionadas como de Mejores Prácticas Urbanas. Entre ellas, la Casa Inteligente de Shanghái, los edificios que se autoabastecen de energía de Liverpool y Hamburgo, y el parque para purificar el agua por medios naturales de Chengdu, capital de Sichuan.
Aún contando con una gran afluencia de visitantes, es evidente que muchos interesados no podrán desplazarse hasta Shanghái. Para ellos se ha creado una forma de estar presente virtualmente en las diversas actividades, la Expo On Line (http://en.expo.cn/index.html#&c=home) donde con un sólo clic de ratón se podrá acceder a una vista aérea de cinco kilómetros cuadrados de la Expo y a cualquiera de los pabellones, contemplando en tiempo real lo que sucederá en ellos. Las entradas diarias para la Expo pueden ser pra un sólo acceso, para tres o para siete y los precios oscilan entre 100 y 900 yuanes (10 y 90 euros aproximadamente).
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