«Con la supermicrocirugía elimino el linfedema»
Isao Koshima, cirujano plástico japonés, ha curado de linfedema a más de quinientas mujeres
Linfedema. Es uno de los problemas más comunes que sufren las mujeres con cáncer de mama tras ser intervenidas o recibir radioterapia. Dolor, enrojecimiento e hinchazón en una o varias partes de su cuerpo requerían un drenaje linfático manual y presoterapia. Hasta que el reputado ... cirujano japonés Isao Koshima ha salvado de la pesadilla a medio millar de pacientes con la supermicrocirugía. Bisturí, microscopio, agujas...
-¿Qué técnica trae de Japón? -La supermicrocirugía: consiste en realizar una anastomosis microquirúrgica linfática venosa para unir los vasos linfáticos superficiales con las venas subdérmicas -de menos de 0,5 milímetros- de la extremidad afectada.
-En román paladino... -Se trata de localizar un vaso linfático y anastomosarlo: unirlo a una vénula, que está bajo la piel. Utilizo agujas pequeñísimas, invisibles, y microscopio. El objetivo es drenar del canal linfático a las venas para reducir el linfedema.
-Usted dice que da diez puntos en un pelo. ¿En la distancia mínima se la juega un buen cirujano? -Fui el primero que aplicó la técnica de suturar y poner los puntos necesarios en estas estructuras tan diminutas. Elimino el linfedema en más de la mitad de los casos.
-El linfedema ataca brazos, piernas, y también los genitales. -Afecta a entre el 10-20 por ciento de mujeres con cáncer de mama y se asocia con el tratamiento de otros tumores.
-El linfedema disminuye la movilidad del paciente, que tiene sensación de pesadez, empeoramiento del estado físico... -... Y el riesgo de las pequeñas incisiones de uno o dos centímetros en el brazo. La complicación más seria y grave es la infección, que hace que el linfedema evolucione de una manera muy rápida.
-¿El linfedema mata? -En caso de linfedemas muy avanzados con elefantiasis pueden inhabilitar la vida normal del propio paciente. En casos muy evolucionados puede provocar un linfagiosarcoma, que es maligna y mortal.
-¿A cuántas personas ha recuperado y curado usted? -A unas quinientos mujeres en los últimos diez años.
-¿Y cómo les va en este mundanal ruido? -Todas ellas están muy bien. Estas admirables mujeres padecían un estrés importante con el linfedema, por la posible evolución y poco futuro que presentaba antes esta enfermedad. Ahora están todas muy contentas. Antes de la cirugía estaban angustiadas porque no sabían cómo iba a desarrollarse esta pesadilla.
-¿Y el posoperatorio? -Más de la mitad de los pacientes intervenidos con supermicrocirugía recuperan la funcionalidad de las extremidades afectadas, por lo que no requieren de medidas comprensivas para efectuar sus actividades cotidianas.
-Ha recorrido más de medio mundo para salvar vidas y ahora quiere llevar su técnica al resto del mundo. ¿Misión posible? -He operado en Rusia, China y Japón, y otras personas van a mi país a obtener un tratamiento que no existía en sus países. Me gustaría que desde España la influencia del Dr. Masià se proyecte a toda Europa. Y de allí a EE. UU.
-¿Es usted un superhombre? -No soy Superman. Sólo soy un principante. En veinte años, el linfedema habrá desaparecido. El reto es trasladar la técnica quirúrgica a pacientes con riesgo de desarrollarlo como medida profiláctica.
-Medio millar de mujeres le consideran su héroe. -Ellas son las auténticas heroínas. Aprendo de mis pacientes por la importancia que dan al contorno corporal.
-¿Aspira al premio Nobel de Medicina? -Puede ser.
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