El cambio climático empequeñece a las aves. Al menos así lo aseguran Josh Van Buskirk de la Universidad de Zurich en Suiza y sus colegas del Museo Carnegie de Historia Natural de Pennsylvania, en EE.UU. Parece que su estudio hace buena la Regla de Bergman: los animales se vuelven más pequeños en climas cálidos.
Los expertos examinaron las dimensiones de las alas y el peso de 486.000 ejemplares pertenecientes a 102 especies diferentes desde 1961 hasta 2007. Y lo que más les sorprendió fue comprobar que el tamaño de muchas aves de América del Norte se estaba reduciendo, al tiempo que se acortaban sus alas. Una tendencia más marcada entre los pájaros que pasaban el inverno en los trópicos del Caribe, América Central y América del Sur. La buena noticia, según Van Buskirk, es que, de momento, «las poblaciones de aves mantienen su número».
Peter Marra, del centro Smithsonian para la Investigación de Aves Migratorias de Washington (EE.UU.), sin embargo, sostiene que el cambio climático afecta a los patrones reproductivos de las aves migratorias. El aumento de temperaturas está modificando el emplazamiento y el momento de la puesta de huevos. Además, las especies que crían durante el periodo estival están reduciendo su número de polluelos, asegura el investigador.
El grupo de expertos en Biodiversidad y Cambio Climático del Consejo de Europa se reúne junio en Reykjavík (Islandia), y seguro que discutirán sobre cómo afecta el calentamiento global al empequeñecimiento del cuerpo de las aves y al descenso del número de crías que éstas sacan adelante.