POR P. C.

CÓRDOBA. Fue a lo largo de 2007 cuando empezaron a ser evidentes los síntomas de que las alegrías en el sector inmobiliario habían llegado a su fin. Eran días en los que era frecuente escuchar a los representantes del Gobierno, la Junta e, incluso, el Ayuntamiento hablar de desaceleración económica para analizar la coyuntura sin darse cuenta de lo que vendría después. Una de las consignas más repetidas aquellos días, como si fuera un mantra, por los responsables socialistas de la Junta de Andalucía era que las viviendas de protección oficial (VPO) serían el colchón sobre el que se asentaría el mercado inmobiliario, una vez que los inmuebles de renta libre parecían iniciar su declive.

Ninguna de estas predicciones se han convertido en una realidad. Lo que en aquel entonces se anunciaba no era un leve aterrizaje de la actividad, sino más bien el inicio de una de las peores recesiones económicas de los últimos 80 años.

Tampoco la VPO se ha erigido en el nuevo motor del sector de la construcción que en tantos mensajes oficiales se anunciaba a bombo y platillo.

Los datos del Instituto Nacional del Estadística (INE) revelan que en 2009 se realizaron en Córdoba un total de 725 operaciones de compraventa de inmuebles protegidos, frente a las 1.108 que se registraron el año anterior, lo que significa un descenso del 34,5 por ciento. Más llamativo es aún el hecho de que esta caída de las transacciones vinculadas a las VPO no se frenó durante el pasado ejercicio, sino que fue a más. En 2008 el descenso en las transmisiones de este tipo de pisos alcanzó el 14 por ciento, menos de la mitad que 12 meses después.

Por su parte, tras varios años de bonanza el mercado de la vivienda libre ha entrado en un pozo, cuyo fondo aún parece que no ha llegado a tocar. En 2009 se realizaron 7.347 compraventas de inmuebles de estas características, un 34,5 por ciento menos.

Problemas de financiación

Y es que las dificultades para acceder a la financiación no ha sido un problema exclusivo de las viviendas de renta libre, sino que también ha afectado a las VPO. No han sido pocas las promotoras que han puesto de manifiesto esta situación.

Todo ello cuando se cumplen tres meses de la puesta en marcha del Registro Municipal de Demandantes de VPO por parte de Vimcorsa.

Por otro lado, el Plan Concertado de Vivienda y Suelo de la Junta 2008-12 se saldó en 2009 con 2.226 pisos que han obtenido la calificación provisional de VPO. Pero los planes del Gobierno andaluz para incentivar los alquileres contrasta con los 357 inmuebles que han sido calificadas como viviendas en régimen de arrendamiento.