Hazte premium Hazte premium

«No soy Indiana Jones. Quiero papeles diferentes»

El César de Honor de este año será para él, para Harrison Ford, que, a sus 67 años, se declara encantado de descolgarse del cine de aventuras e interpretar nuevos papeles dramáticos, como el de su última película

«No soy Indiana Jones. Quiero papeles diferentes»

Con una interminable lista de películas que en total recaudaron más de 7.000 millones de dólares, a lo largo de 40 años continuos de éxitos, nadie en Hollywood se atrevería a decir que es más importante que Harrison Ford (Hasta James Cameron llegó a retrasar el estreno del clásico «Titanic» para no enfrentarse con él, en la misma semana de «Air Force One»). Y habiendo recaudado cerca de 900 millones de dólares, solamente con la cuarta versión de Indiana Jones del año pasado, es evidente que «Harry» no tiene la menor intención de retirarse, aunque ya ha cumplido los 67 años. Es más: en la próxima película, aprovechó el título «Extraordinary Measures» y él mismo tomó la extraordinaria medida de aparecer por primera vez con un actor como Brendan Fraser, quien también lleva consigo la fama de muy notables películas de aventuras como «La Momia» o «Viaje al Centro de la Tierra». Lo curioso es que esta vez ambos eligieron un estilo de cine más dramático, en una película en la que se cuenta la realista historia de una familia que lucha por encontrar un remedio para una enfermedad incurable, y en la que los efectos son eminentemente emocionales. Si algún aficionado al cine de aventuras alberga la fantasía de reunir en una misma película a Indiana Jones y La Momia ya puede irse desengañando. Eso sí, nosotros sí pudimos cumplir la fantasía de entrevistarle en persona en el hotel Fours Seasons de Beverly Hills. Y ésta sí que es na aventura.

—Teniendo en cuenta los superéxitos de «Indiana Jones» y «La Momia», ¿no cree que en una película en la que actúa usted junto a Brendan Fraser el público espera una emocionante película de aventuras?

—No. En cine no se empieza desde afuera. Primero se crea una historia, y después se selecciona a los actores. Es cierto que puede ser inesperado que Brendan y yo hagamos esta clase de cine. Pero me parece que tampoco estás tomando en cuenta otros trabajos de Brendan o míos. El no es el personaje de «La Momia» y yo no soy Indiana Jones. Soy un actor y simplemente éste es mi trabajo. Es importante para mi carrera, interpretar diferentes papeles. —¿Entre ambos al menos comparten cierto parecido en la personalidad?

—Los dos somos profesionales. Los dos entendemos que el proceso está basado en nuestro trabajo y nada tiene que ver nuestra fama. Por supuesto, tenemos diferentes formas de trabajar y cada uno sigue su estilo al exponer nuestras obligaciones dramáticas para contar la historia de un personaje. Pero somos tan diferentes como podamos serlo tu y yo.

—¿Usted se da cuenta lo que significa para muchos, el simple hecho de conocerle? En este mismo hotel, tuve una entrevista con Shia LaBeouf en la que casi se puso a llorar por la emoción de contar cómo fue el día en el que filmaron la última versión de Indiana Jones, cuando usted le regaló el famoso sombrero después de escribirle dentro un autógrafo en el que le decía «Es todo tuyo» ¿Aquel momento fue tan emocionante para usted también?

—Probablemente no pueda contártelo tan bien como Shia. Pero es una persona muy interesante y fue maravilloso trabajar con él. Desarrollamos una relación muy profunda con él, y por eso quise que entendiera el valor y lo mucho que había significado que él también estuviera en nuestra película.

—¿Quiere decir que el clásico sombrero de Indiana Jones ahora es de Shia LaBeouf?

—Yo era mi sombrero.

—¿Y piensa seguir usándolo entonces?

—Sí, sí. (Ríe). El va a tener que comprarse su propio sombrero. Shia (LaBeouf) nunca va a ser Indiana Jones. Está bien claro que él es Mutt, nunca podría ser Indiana Jones. No es el punto.

—¿Y habrá otra versión de Indiana Jones... con usted?

—Si encontramos un buen guión y podemos desarrollar la historia en menos de dieciocho años, que es lo que nos llevó la última... y si todavía estoy vivo, voy a a estar disponible para otra película de Indiana.

—¿Cambió su punto de vista sobre el cine y la fama, con el paso del tiempo?

—Mi punto de vista, lo que me interesa, es conseguir buenas películas en las que actuar. Y aunque quizás tenga unas oportunidades bastante definidas, me gusta que esas películas sean lo bastante complejas como para que también sean interesantes. Es cierto que la mayoría de los actores de cine hoy son mucho más jóvenes que yo, y por eso no tengo la ambición de ser necesariamente el protagonista absoluto en una película. Pero tampoco tenía esas ambiciones antes. Siempre me interesaron las buenas películas y los buenos personajes.

—¿Y hay algún rol que todavía no haya interpretado pero le gustaría conseguir?

—Nunca interpreté una mujer... Nunca interprete a un pez... (Sonríe) Más allá de esos...

—¿Y le gustaría...?

-—... Me gustaría interpretar un pez que sea mujer, sí. (Risas)

—¿Hablando en serio, cómo elige un papel en particular?

-—No lo veo desde el punto de vista del vestuario o el disfraz. Si me involucro en algo es porque encuentro cierta relación emocional con la historia. No tengo ambiciones por interpretar cierto personaje o estar en cierta clase de película, ni pienso en trabajar con un director específico. Solo tengo la ambición de ser útil en el proceso para contar una historia que se me cruza en el camino.

—¿Tampoco pensó en dirigir cine?

—Es demasiado difícil. Lleva demasiado tiempo y ni siquiera pagan bien. Pero tengo un enorme respeto por quienes dirigen. Tengo el mejor trabajo del mundo. ¿Por qué iba a hacer algo diferente? —En la película «Extraordinary Measures» su personaje dice exactamente «A mí no me interesa el dinero, yo soy un científico». ¿Podría decir lo mismo «A mi no me interesa el dinero, yo soy actor»?

—No. Yo solo lo hago por el dinero. Y lo digo en el mejor sentido posible. Este es mi trabajo. No tengo ninguna otra fuente de ingresos. Esta es mi profesión y me pasé toda la vida cuidándola. Quiero que me paguen por hacerlo porque. de otra forma, sería un irresponsable, significaría que no valoro lo que hago para vivir.

—¿Tampoco estaría dispuesto a bajarse el sueldo por hacer una película que le guste?

—Obviamente es lo que he hecho en este caso, con «Extraordinary Measures», pero esa no es la cuestión. Cuando entré en este negocio, ni siquiera conocía los nombres de los estudios de cine. Al año y medio de haber llegado, había conseguido un contrato de 150 dólares semanales. Y si hay algo que aprendí es que ellos, los que me pagaban, y que quizás han fallecido porque ya han pasado 40 años, no tenían el menor respeto por una persona que quería trabajar por apenas 150 dólares a la semana. Por eso siempre supe que el valor que adjudique a mi trabajo va a ser mi propio valor, el que yo tenga. Está en relación con el respeto que suscita.

—Otra frase de su personaje es «Si no consigo diez millones de dólares, la ciencia no importa para nada». ¿En Hollywood podría usar esa misma frase diciendo «Si no consigo diez millones de dólares, el cine no existe para nada»?

—Me encantaría haber hecho la película con diez millones de dólares, pero entonces Brendan no habría cobrado nada (Ríe).

—¿Y si cambiamos la cifra, sigue teniendo sentido la misma frase?

—Es fácil hacer una película, lo difícil es conseguir el dinero para ponerla en marcha. Hoy en día es muy difícil filmar una película dramática. Es imposible, imposible...

[—¿El sistema cambió demasiado con los años?

—Antes, me mandaban un guión, yo llamaba a alguien por teléfono diciéndole que me encantaba y enseguida me contestaban que les parecía grandioso y que la haríamos. Yo daba el OK y dos semanas después empezaba la preproducción. La película «Witness», por ejemplo, apenas tuvo cuatro semanas de preproducción. El proceso era completamente diferente. Bastaba con estrechar la mano y se conseguía un acuerdo muy rápido. Hoy no es así. Hay mucho menos dinero, y el negocio tampoco es tan saludable como solía ser.

—¿Los sueldos también cambiaron? En la película, su personaje ni siquiera cobra el cheque que le dan. ¿Usted al menos ya depositó el suyo?

—Sí, por supuesto. Pero yo estuve dispuesto a trabajar por poco dinero y no por un gran cheque, solo porque entiendo la realidad de esta economía y de este tipo de película. Pero también doy las gracias porque un estudio como CBS haya creído en la emoción de la historia y en nuestra capacidad para crear una película que sea entretenida además de emocionalmente interesante.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación