Sábado , 23-01-10
Las máquinas llegaron a casa de Rafael Heredia, vecino de Leganés desde hace cuatro años, a la hora de comer. «Sin avisar, aparecieron hacia las tres de la tarde con las máquinas excavadoras, nos dijeron que desalojáramos inmediatamente y aquí estamos, en la calle y con lo puesto». «Sólo nos ha dado tiempo a sacar algunos enseres básicos para mis nietos, que tienen un año y medio y dos añitos».
La casualidad ha querido que esta familia viviese próxima al asentamiento de la calle Cobre, a menos de 600 metros de donde el pasado 12 de enero fallecieron dos indigentes a consecuencia de un incendio en su chabola.
El Ayuntamiento de Leganés procedió a la demolición después de que un informe del arquitecto municipal recomendase el derribo por motivos de «seguridad», según fuentes municipales, en el que se alegaba que «no garantizaba la seguridad de sus moradores». El Partido Popular de la localidad dijo, en cambio, que se llevó a efecto «tras un decreto de Alcaldía, que deja a la intemperie a un matrimonio mayor y a dos niños de corta edad».
A última hora de la tarde las máquinas excavadoras todavía continuaban con la demolición del hogar de esta familia. «No es una chabola», afirmaba indignado Heredia. «De hecho les está costando tirarla abajo porque los muros tienen entre 60 y 70 centímetros de grosor. Son muros de los que se hacían antes. Con esto se entiende que no era una chabola».
Más derribos
La opción que les ofrecía el Ayuntamiento, foco de la polémica por no querer construir un albergue en el municipio, era la de llevarles a un hotel. «Nos querían llevar ahí dos noches, pero eso no arregla nada. Para eso prefiero dormir con mi señora en la furgoneta».
Heredia confirmó que todavía quedan en pie las casas de otras ocho o diez familias, mientras que las mismas fuentes municipales no descartan que, en las próximas semanas, se proceda a nuevas demoliciones.

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