Publicado
Sábado
, 21-11-09 a las 17
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El Gobierno convocó ayer al embajador del Reino Unido en Madrid, Gilex Paxman, para protestar y pedirle explicaciones por el incidente protagonizado el pasado martes por la Armada británica en aguas del Estrecho, al realizar disparos contra una boya en la que estaba instalada una bandera con los colores de la enseña nacional.
Paxman, que lleva pocas semanas como embajador, presentó sus excusas por lo sucedido y reconoció que fue un «error de juicio» y una «falta de sensibilidad» de los miembros de la Royal Navy, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Apertura de investigaciónEl embajador, indica el comunicado, aseguró que se abrirá una investigación «a fondo» para determinar las responsabilidades que correspondan y se tomarán las medidas oportunas para que no se repita este tipo de hechos, de los que informó ayer «El Mundo».
El incidente se produjo a unas cinco millas náuticas de Gibraltar, en aguas internacionales, durante unos ejercicios de tiro de la Royal Navy, que habían sido debidamente comunicados a España. Al parecer una de las prácticas consistía en realizar disparos a unas boyas. Una de esas boyas, según Londres, llevaba un distintivo marino con los colores rojo y amarillo, algo que fue advertido por una patrullera de la Guardia Civil, que se encontraba en las proximidades.
Paxman explicó al director general para Europa, Luis Felipe Fernández de la Peña, que le recibió en el Ministerio, que «a pesar del parecido, no representaba, evidentemente, una bandera de España». En unas imágenes publicadas en la red por «El País», se aprecia una bandera roja y amarilla, aunque, a diferencia de la española (dos franjas rojas estrechas y una amarilla, más ancha), tiene más anchas las franjas rojas que la amarilla. La bandera es utilizada por muchas Armadas para señalar blancos en ejercicios de tiro con fuego real.
El titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, dijo ayer en Alicante que, tras las explicaciones del embajador, consideraba «perfectamente clarificada» la situación. El PP pidió al ministro que defienda los intereses españoles.


