Hazte premium Hazte premium

«Cataluña y el País Vasco ya tienen sus Estatutos»

«Cataluña y el País Vasco ya tienen sus Estatutos»

Así anunciaba ABC en su portada, hace 30 años, los resultados de los históricos referéndum del 25 de octubre de 1979 en el que catalanes y vascos decidieron si apoyaban o rechazaban los Estatutos que iba a regular su propia autonomía.

La «esperada abstención» superó en ambas comunidades el 40%. En el País Vasco estuvo alentada por el entorno de ETA y Herri batasuna , insatisfechas con un Estatuto que, según comentó a ABC el presidente del Consejo General Vasco, Carlos Garaicoechea, «evidentemente» no respondía «a los objetivos de ETA-militar, porque, entre otras cosas, no va a conseguir un sistema marxista-leninista en una república independiente». A pesar de las abstenciones, el Estatuto de Guernica fue finalmente aprobado por un 90,29% de los votos, frente a un 4,71% de «noes»; mientras que en el referéndum para aprobar el Estatuto de Sau, por la localidad barcelonesa en la que se elaboró, los «síes» alcanzaron un 88,15% de los votos y los «noes» un 7,76%. Iniciaban así «la difícil y compleja tarea de autogobernarse».

Garaicoechea, que por error no votó en Vitoria al estar empadronado en Navarra, aseguró que, tras la histórica jornada, «el mejor plan de normalización de la convivencia en Euskadi es el que consiste en demostrar que el Estatuto conduce a un auténtico autogobierno, porque así, muchos incrédulos que hoy sólo creen en la radicalidad o la violencia, abandonarán tales vías».

El presidente de la Generalitat, Josep Tarradellas, mostraba su «emoción» ante tal acontecimiento , con el convencimiento, dijo, de que «se acaba una etapa y se abre otra más excitante». Narcís Serra, por aquel entonces alcalde Barcelona, mostraba su deseo de que con el Estatuto tenía que llegar «la autonomía de los municipios y también de las comarcas».

Más allá de la evidente trascendencia de la fecha, a la que ABC dedicó 11 páginas, las votaciones se vivieron dentro de la más absoluta normalidad y el capítulo de sucesos en el referéndum fue, «al contrario de lo que pasó con el constitucional», el 6 de diciembre de 1978, «muy escaso y poco importante». No hay que olvidar que 1979 fue el año más sangriento de la historia de ETA hasta ese momento, con 85 asesinatos, sólo superado en el futuro por el año siguiente, 1980, en el que la banda terrorista mató a 93 personas.

Intento de agresión a periodistas de la BBC

El gobernador civil de San Sebastián explicó que, «durante todo el día, fuerzas de la Policía Nacional custodiaron las calles para garantizar a todo ciudadano el derecho al voto, libre de toda coacción». Apenas una pancarta con un artefacto simulado, un simulacro de bomba en Vitoria y un intento de agresión, en la localidad guipuzcoana de Galdácano, de varios votantes a un grupo de periodistas de la BBC, cuando, por error, «sospecharon que estaban siendo controlados y que podrían tratarse de miembro de la coalición electoral Herri Batasuna, partidaria de la abstención».

En Cataluña, el clima de normalidad era tal que si un extranjero hubiera el día del referéndum a la Ciudad Condal, «y desconociera la celebración de la consulta popular, ningún factor del acontecer ciudadano le hubiera permitido averiguar o darse cuenta de la trascendencia histórica de este día para la ciudadanía del Principado», escribía Jordi Domenech en ABC.

El renacimiento de los autonomismos

Bajo los últimos años del régimen de Franco, anclado en su visión unitaria de una España uniforme, los autonomismos renacieron con fuerza, evitando que el Caudillo pudiera realizar su sueño de uniformización nacional y de sumisión total al centralismo madrileño en sus últimos años de vida. La revitalización de escritos, tanto en vasco como en catalán, son signos claros que las autoridades franquistas ya no consiguen eliminar.

La cultura catalana, que durante mucho tiempo estuvo prohibida, se fortalece gracias a la actividad editorial y la canción popular, y a pesar de la censura. En la Universidad Autónoma de Barcelona, por ejemplo, se vuelven a impartir cursos en catalán.

En Cataluña, además, el movimiento era pacífico gracias al prestigio mantenido por la Generalitat en el exilio, cuyo presidente, Tarradellas, aseguraba que tanto en el referéndum para aprobar el Estatuto en Cataluña en 1932 como el de 1979 tienen en común que «el pueblo catalán demuestra que desea autogobernarse».

En el País Vasco la situación es diferente. Tan sólo 13 años antes de este referéndum, en 1966, las diputaciones provinciales de Vizcaya y Guipúzcoa habían reclamado, en vano, el restablecimiento de sus derechos forales.

Los miembros de ETA, minoritarios, habían elegido la vía de las armas y el terrorismo, con la voluntad de provocar una represión que, según ellos, sería lo único susceptible de acabar con unos compromisos carentes de significado y de movilizar a las masas a favor de una «Gran Euzkadi», que englobaría a Navarra y los Pirineos Atlánticos franceses.

La oleada de atentados protagonizados por la banda terrorista llevó a algunos políticos a votar por correo: «La prudencia así lo ha aconsejado», decía ABC, que además anunciaba acciones terroristas de ETA Militar para los próximos días . Al día siguiente, Garaicoechea, junto al presidente del PSOE y antecesor suyo en el cargo, Ramón Rubial, saludaban al numeroso público que se congregó en el Palacio de los Deportes de Bilbao, «para celebrar con júbilo desbordado» la aprobación del Estatuto de Autonomía, mientras los periódicos vascos destacaban «la general alegría» con la que se acogió el resultado del referéndum.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación