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ABC Cultural

Berlín nazi, olímpico y «noir»

Berlín nazi, olímpico y «noir»

«Nadie es completamente bueno ni completamente malo», asegura Philip Kerr (Edimburgo, 1956) mientras contempla la puerta de Brandenburgo, la misma que su célebre personaje, Bernie Gunther, cruza a diario para entrar y salir del centenario y lujoso hotel Adlon. Gunther es, de hecho, el ... perfecto ejemplo de equilibrismo moral; un «tipo aparentemente decente» que ha tenido que abandonar la KRIPO, la Policía Criminal Alemana, por su negativa a afiliarse al partido nazi, y trabaja como detective del Adlon en el Berlín de los años treinta resolviendo crímenes y, aunque sea a regañadientes, levantando el brazo derecho cuando no le queda más remedio.

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