Álex de la Iglesia: «En España no hay industria cinematográfica»

De la Iglesia se ha referido así al nuevo texto legislativo redactado por el director general del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Ignasi Guardans, durante una conferencia que ha tenido lugar en la sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Valencia y en la que se abordaba cómo se hizo su película «Los crímenes de Oxford».

La nueva ley, que el director bilbaíno ha descrito irónicamente como «una locura hiperbólica y siniestra», intenta cubrir todas las opciones que se puedan dar en el sector «porque no existe un modelo homogeneizador», al tiempo que ha explicado que «es falso que el texto apoye a las grandes producciones en detrimento de las pequeñas».

Según el cineasta, se ha ideado un «complicado» modo de cómputo para dar subvenciones a la películas estableciendo varias líneas de ayuda: una pasa por apoyar a las películas medianas, otra por favorecer la existencia de «grandes proyectos» y una tercera que pretende promocionar a los primeros realizadores.

Las críticas al texto vienen, a su juicio, «porque no se apoyarán todas las obras que presenten los nuevos directores», ya que, según ha explicado, la idea básica de la nueva ley es «intentar que no haya películas que no se estrenen».

Además, De la Iglesia ha apoyado las ayudas a las producciones más caras y con proyección internacional, ya que «aunque suene brutal», en España «nos interesa hacer industria del cine porque no la hay».

Para el director, dentro del sector lo que hay que conseguir es «profesionalizar el hecho de contar historias a través del cine», pues la parte del arte no le interesa en ese sentido. «Eso es sólo algo que se ve desde fuera», ha comentado.

«Generalmente, cuantos más diálogos tiene una película peor es», ha afirmado, para agregar a continuación que hay ocasiones en las que se deja guiar por la «ortodoxia recalcitrante que señala que en cine es mejor ver que escuchar».

Además, ha manifestado que no entiende que la gente se «escandalice» cuando decide cambiar de género, porque «lo importante es hacer buen cine» y «no le gusta que le encasillen», algo que la crítica ha realizado con él.

De las críticas que reciben sus filmes, De la Iglesia ha manifestado que «nunca ha tenido una buena al principio de ninguna de sus películas», y ha afirmado que, «aunque hay de todo», los críticos extranjeros «están mejor informados y documentados» que los nacionales.

«Hay veces que me excita lo que leo sobre mí y mis películas», pero «no logro entender, por ejemplo, porque el mismo crítico que sacrificó mi filme "El día de la Bestia", años después ha afirmado que es una obra esencial y que cambió la forma de hacer cine en España».

Uno de los terrenos más importantes para De la Igleasia a la hora de acometer una película es la música, ya que para él, una banda sonora es «un amigo comentándote al oído lo que va sucediendo».

El director, que ha afirmado que «vive dedicado a la ficción cómo método de supervivencia», ha manifestado que «al final», un cineasta se caracteriza por «lo que hace y no por lo que quiere hacer».