Cantón, de «fábrica global» a salvavidas ante la crisis
La crisis está convirtiendo a China, vista hasta ahora como la “fábrica global”, en un salvavidas para hacer frente al “tsunami” financiero mundial. Mientras el consumo sigue desplomándose en Europa, Estados Unidos y Japón, las empresas han puesto sus esperanzas en la economía china, que ... creció un 7,1% hasta junio, y en su descomunal, pero también irreal, mercado de 1.300 millones de potenciales consumidores.
El ejemplo más claro se ha visto esta semana en la feria de pequeñas y medianas empresas CISMEF, que se ha celebrado en la sureña ciudad industrial de Cantón (Guangzhou). Capital de la provincia de Guangdong, limítrofe con Hong Kong y Macao, esta zona bañada por el río de las Perlas alberga buena parte de las industrias manufactureras chinas, suma la mitad de las exportaciones del coloso oriental y concentra el 20% de la inversión extranjera directa al contar con entre 60.000 y 70.000 compañías foráneas, el mayor número de todo el país.
Cuna de las primeras “zonas económicas especiales”, que formaron hace tres décadas el embrión de la apertura china al capitalismo en ciudades como Shenzhen o Shantou, Guangdong es una de las regiones más desarrolladas de China. Su Producto Interior Bruto (PIB) la convierte por sí sola en la décimo octava economía del mundo, por encima de tres de los cuatro “tigres asiáticos”, como Hong Kong, Singapur y Taiwán, y su PIB per cápita asciende a 5.500 dólares, muy superior a los 3.100 dólares de media en el “dragón rojo”.
Aunque Guangdong también se ha visto afectada por la crisis y sus exportaciones se desplomaron un 18,4% hasta junio, ya cuenta con modernas megalópolis, como Cantón (Guangzhou), Shenzhen, Zhuhai y Shantou, plagadas de futuristas rascacielos de cristal, “scalextric” con autopistas de varios niveles e imponentes galerías comerciales donde se venden las marcas más caras y lujosas del globo.
Sin embargo, en Guangdong sólo operan medio centenar de las 600 empresas españolas radicadas en China, que se suelen repartir entre Pekín y Shangai. Para darle la vuelta a esta situación, y aprovechando que España era el país invitado de honor en la sexta edición de CISMEF, el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) ha traído al gigante asiático la mayor delegación empresarial organizada hasta la fecha, reforzada además por instituciones como Turespaña, la CEOE, la Sociedad Estatal de Exposiciones Internacionales (SEEI), la Cámara de Comercio en China, el Instituto Cervantes, Casa Asia y los entes de promoción de diez comunidades autónomas.
Agrupadas en un pabellón de 10.000 metros cuadrados, unas 170 compañías mostraron hasta el viernes sus productos en la muestra e intentaron abrir negocio en China. Entre ellas destacan once grandes nombres, como Telefónica, BBVA, Banco Santander, Indra, CAF, Técnicas Reunidas, Torres y Endesa, pero la mayoría – unas 150 – eran “pymes” de los sectores agroalimentario, industrial, servicios y de bienes de consumo.
“Es la primera vez que venimos a China y supone una buena oportunidad porque la construcción está agotada en España por la crisis y la especulación inmobiliaria, mientras que aquí se están poniendo en marcha grandes proyectos de desarrollo urbanístico”, explica a ABC Sandra Martín, una de las componentes del estudio de arquitectura Marna. La otra, Pilar Navarro, asegura que “conocimos a unos arquitectos que trabajan aquí y nos dijeron que Europa es un ascensor que baja y China uno que sube, por lo que hemos decidido probar suerte”.
Gracias a una financiación del 70% por la Cámara de Comercio de Madrid, ambas sólo han tenido que pagar al ICEX unos 2.000 euros por su participación en la feria (incluyendo avión y hotel) y 600 euros más por el alquiler del expositor. Este precio, razonable para una “pyme” y mucho más barato de lo que les costaría viajar a China por su cuenta, incluye dos encuentros colectivos con arquitectos y constructores del país y cinco entrevistas personales con promotores.
“Aquí hay proyectos muy ambiciosos y los chinos tienen medios de sobra para la construcción, pero nosotras podemos aportar diseño, que no está demasiado desarrollado”, desgranan estas dos brillantes y prometedoras arquitectas, que ya han dado buena muestra de su talento en bloques construidos en Albacete y hasta ganaron el primer premio en un concurso de viviendas sociales innovadoras en A Coruña.
Distinta es la situación del ingeniero Guillermo García Díaz-Ambrona, que lleva ya más de cuatro años en China al frente de la empresa MS Techno, que dispone en Pekín de un estudio de ingenieros procedentes de las mejores universidades del país, altamente cualificados y contratados a precios muy competitivos. “Desde nuestro centro de China, nos dedicamos a ayudar a las empresas en proyectos de ingeniería, por ejemplo determinando cada año la localización exacta de los aerogeneradores de Gamesa y otros clientes en 200 parques eólicos de todo el mundo”, señala Díaz-Ambrona, cuya firma también trabaja para “compañías tecnológicas españolas que tienen su producción en el gigante asiático, como una filial de Airbus que fábrica aquí piezas aeronáuticas que nosotros tenemos que supervisar para comprobar que cumplen los estándares internacionales”.
Aunque todavía no tan extendidas como entre las empresas francesas, cada vez son mayores las sinergias de las firmas españolas. Así lo demuestra el caso de Ingenor, otra compañía de arquitectura e ingeniería que lleva en China desde 2006, ha participado en la construcción de varias plantas de Fagor y está inmersa en el proyecto de la nueva estación de autobuses de la asturiana Alsa en Tianjin.
“Aparte de las compañías españolas, ya hemos hecho contactos con constructoras locales y con el gobierno provincial de Jiangsu, que ha reconocido nuestro proyecto para su pabellón de la Expo de Shangai en 2010, pero estamos sufriendo la crisis porque algunas de nuestras actuaciones para empresas extranjeras han quedado paralizadas por falta de dinero”, se lamenta el responsable de Ingenor en China, Eduardo García Jul.
Entre estas iniciativas fallidas destaca el Parque España de Ma´anshan (provincia de Anhui), por lo que, en tiempos de crisis, García Jul recomienda a las “pymes” “salir al extranjero y a mercados como el chino, pero siempre y cuando haya liquidez suficiente y la viabilidad de la empresa no dependa de dicha inversión”.
Con los mismos problemas, pero en un sector totalmente distinto como es el agroalimentario, tiene que lidiar Jean Claude Terdjemane, quien se define como un “francés con corazón español” y es el representante en China de la bodega Arzuaga Navarro. “Llevamos ya un año y medio aquí y estamos presentes en los mejores restaurantes y hoteles, como Peninsula, China Club, Maison Boulud, JW Marriott y Ritz-Carlton”, indica el alegre responsable de la compañía, que también trabaja para El Divino en Ibiza y conoce a la perfección el “marketing” para vender bien su producto: los Ribera del Duero de Arzuaga, como La Planta.
Para acompañarlos, nada mejor que los embutidos y chacinas españoles presentes en la feria, como los jamones de Momentum, de la empresa Farcedo, y su bodega, Castelar. Estas dos compañías de Hornachos (Extremadura) llevan desde 2006 introduciendo sus artículos en China a través de un distribuidor de Hong Kong, por lo que se han adelantado a la reciente autorización del Gobierno para importar derivados del cerdo.
“El mercado es todavía pequeño y difícil, así que de momento sólo vendemos 500 jamones anuales, pero nuestro objetivo es llegar a los 5.000, mientras que en España comercializamos 25.000”, anuncia Francisco Acedo, director ejecutivo de Momentum.
Que lo consiga o no depende, en gran medida, de las oportunidades de negocio que le haya brindado la feria de Cantón, donde antes venían las empresas a comprar sus baratísimos productos “made in China” y ahora acuden a venderlos para salir de la crisis.
El negocio del deporte
Junto a las empresas que han viajado a Cantón buscando abrir negocio, figuran dos famosos clubes de fútbol españoles: el Real y el Atlético de Madrid. El deporte, y en concreto el balompié, es uno de los mayores negocios del mundo, y así lo saben sus responsables, que no han dudado en asistir a la feria CISMEF para potenciar sus respectivas marcas.
“El Real Madrid lleva ya cuatro años sin hacer giras por Asia y la idea es posicionarnos de nuevo en el mercado chino para estar más cerca de los fans”, revela José Ramón Capdevila, analista de Planificación Estratégica del Real Madrid.
Como uno de los equipos más populares del “planeta fútbol”, las camisetas merengues se ven por toda Asia, incluso en la hermética y aislada Corea del Norte, y los pósters de sus estrellas, como Raúl o los ex galácticos Zidane, Ronaldo y Beckham, adornan las paredes de los cuartos de los monjes en los templos budistas.
Pero China es el paraíso de las copias y ni el Real Madrid ni su marca patrocinadora, Adidas, ven mucho beneficio de este vasto mercado. “De momento, no está previsto abrir una tienda del Real Madrid en China, pero sí estamos buscando alianzas con equipos de este país para ser más visibles”, concluye Capdevila mientras dos admiradoras orientales de Casillas se fotografían junto a su retrato.
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