La nueva entidad tardaría dos años en enjugar el desfase de Cajasur por el ladrillo
La construcción ha sido un sector que ha generado dificultades a Cajasur ARCHIVO
Alfonso Castilla, ex presidente de la Caja Provincial, dice que la unión «pinta bien»
El que fue presidente de la Caja Provincial de Córdoba de 1988 a 1994, Alfonso Castilla, habló ayer de la unión a tres bandas en marcha. Hay que recordar que él era el máximo responsable de la citada caja cuando se fusionó con Cajasur. Castilla indicó que «a priori pinta bien» la concentración entre la entidad cordobesa, Unicaja y Caja Jaén.
Indicó que la unión será «muy compleja, porque habrá que modificar la Ley de Cajas». Pero, consideró que esta reforma es «básica para que Cajasur tenga peso específico en la nueva caja», ya que permitirá aumentar la representación de las entidades fundadoras.
A su juicio, hay dos elementos que son fundamentales en la operación: una que la futura Unicajasur acuda en busca de recursos al Fondo de Garantías (constituido por las propias cajas) y al Fondo de de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) del Gobierno. Esta última posibilidad no entra en los planes de Unicajasur, lo que para Castilla es «un error». El otro aspecto básico, añadió, es que se mantenga la plantilla.
Publicado Viernes, 24-07-09 a las 08:37
La caja resultante de la fusión de Cajasur, Unicaja y Caja Jaén calcula que llevará dos años enjugar el desfase que ha supuesto el negocio de la construcción en la entidad cordobesa. Además, en la jornada de ayer el presidente de la caja jiennense, José Antonio Arcos, abrió ayer la operación a más entidades.
Fuentes que participan en la concentración de las tres entidades señalaron ayer que se estima que se tardaría dos años en enjugar los malos números de Cajasur, motivados por la gran vinculación a la actividad del ladrillo.
Y es que la exposición de la Caja a la construcción le está pasando factura. Sólo hay que recordar que al cierre de 2008 la morosidad de los créditos en el segmento promotor se situaba en el 11,67%, cuando la de la entidad general estaba en el 5,3%, un nivel ya considerable.
El total de créditos en riesgo a promotores se elevó el pasado ejercicio a 3.755 millones. Sólo el 29% de esa cantidad estaba concentrada en 20 empresas. Recientemente, el coordinador del Instituto Andaluz de Estudios Financieros, Ángel Yagüe, apuntaba como una de las principales debilidades de Cajasur que «está excesivamente pegada al ladrillo, lo que le origina una de las tasas de morosidad más altas del país».
Y hay que recordar que el arranque del año fue negativo para Cajasur, ya que la ratio de mora —uno de los factores que ha ayudado a que la Caja saliera a buscar socios— llegó a dispararse al 6,55% al acabar marzo, si bien ahora está contenida en torno al 6%. Por ejemplo, Unicaja, pese a tener su núcleo en una provincia donde la construcción ha tenido más fuerza que en Córdoba, tiene una tasa de morosidad del 2,8%.
Banco de España
Y es que la situación actual de Cajasur hay que analizarla echando la vista atrás. En el arranque de la presente década, en su actividad fue ganando cada vez más peso la construcción, con la concesión de créditos y con la participación en empresas del sector.
En pleno «boom» inmobiliario todo parecía ir como la seda hasta que el Banco de España en abril de 2005 abrió un expediente a la Caja cordobesa por «el aumento significativo del riesgo crediticio de financiación en la actividad inmobiliaria a través de sociedades participadas con terceros o acuerdos con acreditados». Llegaron una serie de recomendaciones de este órgano regulador y eso provocó que la Caja realizara un plan de actuación.
A partir de ese momento, se fueron tomando medidas como adelgazar en su «holding» empresarial la presencia de promotoras. Así, por ejemplo, en 2008 realizó una desinversión saliendo de Prasur, donde tenía a Prasa como socio, pero no pudo evitar, por ejemplo, verse salpicada por los efectos negativos del reventón de la burbuja inmobiliaria, como los concursos de acreedores de constructoras como Tremón o Martinsa.
«Totalmente abiertos»
Y mientras aún está empezando a tomar forma la unión a «tres bandas», el presidente de Caja Jaén, José Antonio Arcos, aseguró ayer que tanto la entidad que dirige como Unicaja y Cajasur están «totalmente abiertas» a la posibilidad de que otros socios se incorporen a su unión.
También abordó ayer la fusión el presidente de la Asociación de las Empresas Fabricantes de Córdoba (Asfaco), Miguel Ángel Tamarit. Se posicionó a favor de la unión. Dijo que era «necesaria» la integración entre estas entidades con el fin de que «Cajasur pueda salir fortalecida». Eso sí, defendió que la futura Unicajasur mantenga en Córdoba algunos órganos de gobierno y secciones de negocio.
Igualmente, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, abordó ayer por primera vez el proceso de fusión de las tres cajas, aunque de forma escueta. Apuntó que «ahora se está dando un movimiento en la dirección de la línea política» aplicada por la Junta en materia financiera los últimos años. No se puede olvidar que la Administración regional ha sido defensora de una caja única en la comunidad.

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