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Compostilla «corta» la recepción de carbón por la baja demanda de energía

Compostilla «corta» la recepción de carbón por la baja demanda de energía

La central térmica de Compostilla II, en Cubillos del Sil, dejará de recibir carbón a partir del lunes. La dirección de Endesa, propietaria de este complejo de producción eléctrica comunicó ayer, oficialmente, esta decisión, justificada en la saturación del parque de almacenamiento de mineral, después de seis meses de escasa actividad en la generación de energía. La medida podría ocasionar un «efecto dominó» en el sector minero y, de rebote, en otros ámbitos de la economía de las comarcas mineras del Bierzo y Laciana y, más allá, de la provincia de León.

Endesa argumenta que su parque de carbones se encuentra al límite de su capacidad, con alrededor de dos millones de toneladas de carbón almacenadas. Y es que, durante los últimos meses, se ha ido acopiando el combustible entregado por las empresas mineras, pero no se ha quemado, a consecuencia del descenso de la demanda de energía provocado por la crisis y, también, porque resulta más barato producir electricidad con energías renovables, como los parques eólicos y los saltos hidroeléctricos. Prueba de ello es que, durante el primer semestre, la térmica de Compostilla -segunda planta más grande de España- vio descender su nivel de producción hasta los 1.445 gigawatios por hora, casi la mitad que en el mismo período del año pasado. La decisión era anunciada ayer por directivos de Endesa a las empresas de Victorino Alonso y de Manuel Lamelas Viloria, los dos principales grupos mineros que suministran a la central de Compostilla II. Ambas sociedades deben, ahora, adoptar decisiones con carácter urgente. Y es que las compañías carboneras se verán obligadas a elegir entre la posibilidad de almacenar carbón en sus propias instalaciones -si es que tienen capacidad para ello- o, de una forma más drástica, suspender la extracción del mineral, lo que conllevaría ajustes en el empleo del sector. Fuentes próximas a la patronal manifestaron a ABC su esperanza de que esta decisión de Endesa suponga el «punto de inflexión definitivo para la intervención del Gobierno»

Sin incentivo económico

Las compañías de Victorino Alonso entregan dos millones de toneladas de carbón al año en la central de Compostilla. Uminsa aporta algo más de un millón; otras 930.000 toneladas corresponden a la empresa Coto Minero del Cantábrico. Mientras, las empresas de Viloria Hermanos, en torno a 300.000.

De acuerdo con las prescripciones del Plan de la Minería, las compañías tienen totalmente asegurada la compra de su producción por parte de las eléctricas.En el caso de las térmicas, la situación se ha visto agravada por la eliminación, por decisión unilateral del Gobierno, del incentivo económico que pagaba a las empresas por consumir el carbón nacional. Ayer, a través de un comunicado, Endesa manifestó su deseo de que «a la mayor brevedad se den las condiciones para volver a admitir carbón». La compañía añadió que tratará de aumentar el consumo del nacional, mezclado con el de importación. Actualmente, asegura que siete de cada diez toneladas de combustible quemado en Compostilla son nacionales, mientras que ahora, intentará elevar esa relación hasta ocho de cada diez.

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