Page dice que «alentará» un aeropuerto en la provincia de Toledo
Lunes, 27-04-09
A. M.
TOLEDO. En plena polémica por la financiación y futura gestión del aeropuerto de Ciudad Real, vendido como la alternativa al de Madrid por su proximidad, el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page -aunque ya lo hizo unos días antes el presidente de la Diputación Provincial el también socialista José Manuel Tofiño- ha reivindicado una infraestructura aeroportuaria en la provincia de Toledo, algo que muchos consideran mucho más lógico que hacerlo en la provincia de Ciudad Real. Pero en realidad esta reivindicación supone volver a iniciativas de este tipo que se fijaron en la geografía provincia ya al finales de la década de los ochenta y principios de los noventa, y más recientemente en 2003 en un proyecto impulsado desde la Diputación Provincial.
El deseo del alcalde de Toledo se recoge expresamente en una entrevista publicada en el último número de la revista «Ecos». Al preguntarle por la postura del presidente de la Diputación, José Manuel Tofiño, que en la misma publicación había manifestado que apoyaría un proyecto serio de aeropuerto para Toledo, García-Page responde que «no sólo apoyo un aeropuerto para la provincia de Toledo, sino que lo voy a intentar alentar. Pero con mucho sigilo, porque ahora los aviones ya no hacen ruido, ni al despegar ni al aterrizar. Desde luego, sobra ruido en esto, porque no ayuda. Vamos a intentar que el procedimiento sea como un vuelo sin motor: silencioso, sigiloso...».
En esta misma entrevista se pronuncia sobre el aeropuerto de Ciudad Real, señalando que «envidio que haya habido gente y empresarios y unidad política en Ciudad Real para sacar adelante un proyecto que se ha considerado de interés general. En Ciudad Real el PP, el PSOE, la Cámara de Comercio, los empresarios... todo el mundo está de acuerdo en que es una buena infraestructura. Y sería muy saludable que también en la provincia de Toledo hubiera concertación de todo los agentes sociales e institucionales para fijar objetivos colectivos que trasciendan la barreda de cada partido político». Sin embargo, no cree que haya habido pelotazo por parte de sus promotores: «La información que tengo me conduce a pensar otra cosa, que no hay ningún tipo de aprovechamiento personal. Al final, un aeropuerto es un negocio. Y tendrán que ganar dinero quienes han apostado o arriesgado por ello. Pero dicho esto, por la información que yo tengo, lo del pelotazo no es así».
Pero como hemos señalado, la historia de los proyectos sobre la posible construcción de un aeropuerto en territorio toledano arranca de principio de los noventa. En concreto, en noviembre de 1990, el Ayuntamiento de Madrid, gobernado en aquel entonces por Agustín Rodríguez Sahagún, planteó la alternativa de construir un segundo aeropuerto fuera de la capital de España. Fue en ese momento cuando se apostó por Toledo como la zona más idónea, dada su proximidad a Madrid y a sus especiales condiciones de suelo.
Viejo proyecto
Esta opción, que nunca se llegó a materializar, se plasmó en el informe que meses antes había elaborado el ingeniero municipal de Madrid, José María Paz Casañé, quien, en declaraciones a ABC, señaló que su intención de levantar el segundo aeródromo en la provincia de Toledo la tenía pensada desde hacía ya veinte años.
Según la propuesta de Paz Casañé, la nueva infraestructura podría ubicarse en la zona comprendida entre las carreteras de Illescas-Yuncos, Cedillo del Condado-El Viso de San Juan y Carranque-Ugena, un área que, para este experto, reunía los requisitos ideales.
Posteriormente, ya en 2002, la Diputación Provincial, que gobernaba el PP, retomó el asunto hasta el punto de encargar un estudio de campo a la empresa Taller de Trabajos Técnicos S. A., según acuerdo de la Comisión de Gobierno de 25 de abril de 2003. Ese estudio indicaba, entre otras cosas, que la infraestructura, con una inversión de 10.000 millones de pesetas, podría estar en Villaseca, Magán, Cabañas o Mocejón.

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