Cuatro trabajadores de la empresa LM Glasfiber iniciaron ayer un encierro indefinido en la fábrica de aspas eólicas que la multinacional danesa tiene en Ponferrada (León), después de que la compañía diera por finalizada la negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) presentado para ajustar su plantilla y su producción, tras el descenso de pedidos provocado por la crisis financiera internacional. El ERE plantea el despido de 120 trabajadores y la supresión temporal de otros 375 contratos. A estas cifras se une la decisión, ya ejecutada, de no renovar otros 70 contratos en la que es la industria más grande de la provincia.

Con el encierro pretender forzar a la empresa a continuar negociando. En el último contacto celebrado ayer en Ponferrada, CC.OO. y UGT proponían eliminar la propuesta de despido de 150 empleados y, a cambio, planteaban un ERE temporal para toda la plantilla (920 trabajadores). Una opción que rechazaban los directivos de LM.