Hazte premium Hazte premium

Los tópicos todavía aplastan la marca

España lucha contra los tópicos en China. A pesar de la celebración del Año Cultural en 2007 y de la apertura en julio de 2006 del Instituto Cervantes, la visión que se tiene en el gigante asiático de nuestro país se reduce a tres estereotipos ya clásicos: el fútbol, los toros y el flamenco.

Así lo puso de manifiesto un estudio encargado el año pasado por el Gobierno a la consultora TNS, que reveló que, de los 2.268 encuestados de entre 15 y 54 años, más de la mitad no sabía nada sobre España y el 42 por ciento apenas tenía unas nociones muy básicas sobre el «dou niu» (toreo, en mandarín) o el «Huang Ma» (que es como se traduce el Real Madrid).

Una percepción difusa

Compitiendo con más de 2.000 firmas alemanas y 1.300 francesas, éste es el sambenito que deben combatir las 600 empresas españolas instaladas ya en el gigante asiático, de las cuales 376 pertenecen a la Cámara de Comercio y se reparten entre Pekín, Tianjin, Shangai y Guangdong. Algunas llevan más de dos décadas en China, como la asturiana Alsa —que ya gestiona más de 70 líneas de autobuses—, o Cola-Cao, que aterrizó con gran éxito en 1989 y cuenta con su propia planta de producción. Sin embargo, la «marca España» todavía no ha fructificado en este país y su percepción es aún muy difusa.

En un mercado tan particular como el chino, dicha falta de identificación puede a veces incluso jugar a favor de las compañías españolas. El ejemplo más claro es el de Zara, que ya dispone de tiendas en Pekín y Shangai y prefiere parecer una lujosa firma de diseño italiana o francesa para vender así sus prendas a unos precios superiores a los que comercializa en nuestro país.

«Todavía queda mucho por hacer para consolidar la “marca España”, puesto que aún sigue ligada a los tópicos nacionales», reconoce a ABC el consejero económico y comercial de la Embajada española en Pekín, Ignacio Mezquita, quien aboga por «continuar con las campañas de promoción como las que hemos realizado en el sector tecnológico y en el agroalimentario».

Según Mezquita, «la percepción que tienen los chinos de los extranjeros suele ser bastante plana. Así, identifican a Alemania como potencia industrial y a Francia e Italia como referentes del diseño, pero les cuesta trascender los estereotipos españoles del fútbol y los toros porque los sectores donde nuestras empresas son potentes, como las energías renovables, los bancos y la explotación de infraestructuras como aeropuertos y autopistas, aún siguen bastante cerrados en este país».

Sin ir más lejos, la balanza comercial española con China volvió a arrojar el año pasado un déficit de 17.902 millones de euros, ya que las exportaciones fueron de sólo 2.168 millones, y las importaciones ascendieron a 20.071.

A pesar de todas estas dificultades, compañías agroalimentarias como las del aceite de oliva aprovechan su fama en el coloso oriental, y las grandes firmas del jamón intentan introducir sus productos, aunque con bastante retraso respecto a las italianas.

«El problema es que vamos cada uno a lo nuestro, no nos ayudamos entre nosotros y así no se construye la marca de un país», critica un empresario radicado en Pekín, que cita como ejemplo a seguir el gran centro comercial Piazza Italia, compuesto por dos restaurantes, una cafetería, una bodega y un supermercado donde todos los productos son italianos.

Pero también hay ejemplos loables como el del Parque España, una zona industrial de 200.000 metros cuadrados que se está levantando en Ma'anshan, en la provincia de Anhui, o la macrourbanización Barcelona de Shenyang, diseñada por los arquitectos Fraile & Anós, y cuyos jardines recrean las distintas comunidades autónomas.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación