
Viernes, 06-03-09
TEXTO: LUIS MIRANDA
FOTO: DÍAZ JAPÓN
CÓRDOBA. Miñarro ya realizó algunas cabezas con las características de la Sábana Santa, pero el Cristo de la Universidad será la primera talla completa en que se haga.
-De lo que se sabe del Cristo de la Universidad llama la atención que quiera unir lo cultual con lo científico, ¿no?
-Pues sí, exactamente, ese es el objetivo. Como lo que se pretende es plasmar sobre esta talla los estudios de la Sábana Santa, el resultado tiene que ser ese.
-Usted ya había trabajado con imágenes que tuvieran las características del Hombre de la Sábana Santa, ¿qué se añade en ésta?
-Hacer una talla completa no es sólo dar una solución escultórica a los estudios que se han hecho sobre el rostro, que hasta ahora era donde más hemos abundado y donde más precisión hemos podido conseguir porque hemos trabajado a tamaño natural. Es mucho más ambicioso, porque abarca toda la figura, todos sus elementos anatómicos, y además en una actitud que no está en la síndone. En la síndone no tenemos un crucificado, sino una figura yacente.
-Es decir, otro reto.
-Con esto abordamos un tema muy interesante desde el punto de vista científico: abordar la dinámica de la crucifixión, una dinámica realista basada en estudios del natural. Trabajando con cuerpos plásticos de las Facultades de Medicina hemos llegado a la conclusión de una composición que será la que apliquemos en el Crucificado, y eso lo va a diferenciar de muchos Crucificados que se suelen hacer, donde no existe un estudio dinámico en base a la gravedad de qué es lo que sucede cuando esa persona fallece en posición vertical colgado de los brazos y con uno o dos clavos en los pies. Ahí se producen una serie de movimientos, ejes y tensiones que son las que vamos a intentar representar en el cuerpo de este crucificado sindónico.
-¿Cuáles serán las mayores diferencias con respecto a los Cruficados tradicionales?
-La diferencia más importante será la policromía, porque persigue buscar una exactitud científica de la representación de las heridas y estigmas de la Pasión. Tendrá las huellas que deja el «flagrum taxillatum», que están perfectamente vistas y estudiadas en la Sábana Santa de Turín, como las hemorragias.
-¿Será un Cristo más sangriento de lo que se suele hacer en Andalucía?
-Por supuesto. La escuela andaluza nunca se ha caracterizado por ser muy realista en la representación de heridas. Eso sí lo hace más la escuela castellana, donde hay verdaderos modelos con mucha profusión de sangre y heridas, a veces exageradas, porque no era científico. No es eso lo que nosotros buscamos; nosotros buscamos que tenga una fidelidad desde el punto de vista de la medicina forense: que un científico de esta especialidad pueda aproximarse al Crucificado y vea que está hecho con un realismo, pero tampoco queremos buscar el recurso fácil.
-Es decir, que no sea la sangre por la sangre.
-Este objetivo escultórico está entre la ciencia y el arte y es ciencia y es arte. Ahora pretendo que lo sea de una manera equilibrada: ni será todo una concesión para los científicos ni todo para lo artístico de buscar la fácil estética.
-¿Será tan oscuro como parece?
-Es que tiene una gran cantidad de heridas, que están todas en la síndone. Utilizaremos un plano topográfico de la síndone, que se extraerá de un facsímil sobre el que vamos a trabajar. A través de plantillas lo vamos a proyectar en el cuerpo escultórico, en la parte anterior y posterior. Cuando tengamos este mapa esparcido, intentaremos representar las heridas, que estarán en su sitio. Probablemente habrá menos heridas que en la realidad, porque no tenemos los laterales ni una parte de los brazos, pero intentaremos que estén todos y como concesión a lo estético habrá que eliminar algunos para que se vea la policromía. Es una aventura, pero si no lo fuera no tendría esa parte interesante que tiene y por supuesto de novedad.
-Y para nada es un trabajo más, ¿no?
-Un reto tremendo, por parte de la hermandad y para mí. Lo que queremos hacer es la restitución del cuerpo de la Sábana Santa, que no es virtual porque va a ser físico y tangible, y será realidad por la escultura y por los procedimientos de la policromía. Eso rellena un espacio vacío que es el que nos dicen a veces los forenses del equipo: aquí estamos haciendo una investigación criminal, que continúa desde hace años en la Sábana Santa y desde hace 18 en el Sudario de Oviedo. Yo no asumo ningún riesgo cuando trabajo para la síndone, pero sí asumo un gran riesgo cuando trabajo para la síndone y para que a su vez esa pieza tenga un valor divulgativo y de culto. Habrá que gente que se acerque por curiosidad y morbo.