Hazte premium Hazte premium

«Dos años más y me callo, no publicaré nada más, mi voz no volverá a oírse»

El periodista de «Diário de Noticias», João Céu E Silva, entrevistó el pasado viernes a Lobo Antunes para hablar de su próximo libro. Lo que no sabía es que el escritor le diría que va a escribir uno más, y serán las últimas palabras que publique

«Dos años más y me callo, no publicaré nada más, mi voz no volverá a oírse»

Confesión. Fue una entrevista difícil , que no salió como yo quería a la primera y que quise repetir parcialmente un viernes 13. No dio mala suerte, pero la duda anunciada en el primer encuentro sobre su futuro como escritor que comparte con los lectores lo que escribe siguió siendo una incógnita.

Porque a la primera respuesta, António Lobo Antunes , en lugar de comentar prosaicamente la fecha próxima de los 30 años de vida literaria, tomaba otro derrotero. Comenzó de hecho a responder « Hace 30 años que… », pero partió en una dirección inesperada: «… pero dos años y me callo. Me callo para siempre, ya basta. Sólo quería dejar la obra redonda».

Y ahí la entrevista toma otro rumbo. ¿No va a escribir más?: «No publicaré más». Insisto, ¿escribirá pero no publicará?: «¡Vaya a saber si escribiré! ¡Si lo consigo, escribiré! Voy a publicar este libro que he acabado ahora -«Que Cavalos São Aqueles Que Fazem Sombra no Mar?»- y escribiré un último libro para redondear la obra. Ésa es mi idea. Después, a esas alturas, cuando salga ese libro que la redondea, que yo pienso que me llevará dos años de trabajo –si consigo comenzarlo este año–, se acaban las novelas, se acaban las crónicas, se acaba todo y no publico nada más. Mi voz hablada o escrita no volverá a oírse».

El motivo

¿Pero a qué se debe esa decisión?: «Porque la obra está completa, no tiene sentido continuar». ¿Eso quiere decir que está satisfecho con el último libro que acaba de escribir?: «Estoy satisfecho con el libro. Exactamente». ¿Qué le pasa a António Lobo Antunes –que mañana irá a la editorial Dom Quixote a hacer las últimas correcciones del próximo libro para después olvidarlo, como hace con todos los demás– para querer publicar sólo una novela más? Dice que no pasa nada, pero al volver a preguntarle sobre esta decisión de no querer publicar más, acaba por explicar su caso comparándose con

Ronnnie Peterson

Las palabras que siguen al ejemplo automovilístico aclaran cómo se siente: «Me quedé atrapado en todo este engranaje editorial, de agentes, de todo esto que era un mundo inimaginable cuando se publicó mi primer libro. No conocía a nadie, nada, ni siquiera a un solo escritor, y la mayor parte de mis amigos, mis camaradas en la guerra, ni siquiera sabían que yo escribía».

Pregunto si tiene tiene que ver con el grupo editorial Leya: «No, no tengo nada que apuntarles». La única respuesta que consigo arrancarle es que después de éste escribirá todavía otro libro para publicar, y ése será el fin. Insisto: ¿y a partir de entonces escribirá aunque sea para usted mismo?: «¡No, yo no escribo para mí! Yo escribo porque si no escribo mi vida se queda sin nexo y sin sentido. Parece que me construí a mí mismo para esto. No fue por publicar sino por escribir por lo que quedé atrapado en un engranaje».

«Hacie tiempo que lo pienso...»

Quien conoce al escritor sabe que en el intervalo entre libros su vida es penosa y que siente una gran culpabilidad por estar sin escribir mientras el resto de la humanidad trabaja. Pero esta vez parece que, aparte de este sentimiento de estar en pecado, hay una determinación diferente: «Ya hace mucho tiempo que pienso en volver a callarme y hacer como en la adolescencia: escribía las cosas, corregía, corregía y después destruía. Después hacía otro, corregía y destruía… Y así estuve años».

¿Y qué será después de ese último libro? ¿Se quedará en Lisboa, se irá para Nelas o para el extranjero?: «No sé, ni sé si de aquí a dos años estaré vivo. No sé qué voy a hacer. Portugal es mi tierra y cada vez estoy más preso en ella. Si hubiese una oferta irrechazable… Pero también he rechazado muchas cosas casi irrechazables, estancias como escritor residente aquí y allá que nunca acepté. Pertenezco a este país, incluso con propuestas imposibles de rechazar porque me ofrecían el prestigio de universidades, compensaciones económicas muy agradables y obligaciones casi nulas».

En cuanto a este nuevo libro, confiesa: «Es un libro óptimo para dar un trabajo a la crítica. Quería hacer una novela a la manera clásica, que destruyese todas las novelas hechas de ese modo». Y al preguntarle si este «Que Cavalos São Aqueles Que Fazem Sombra no Mar?» no le ha secado la “inspiración”, responde: «Si se ha secado, ha sido un buen final. Había pensado hacer otro más profundo, pero ¿dónde se puede profundizar más esto? Es otro problema que me surge».

António Lobo Antunes ya tiene título para el próximo libro, pero ninguna otra cosa garantiza que vaya a escribirlo para publicarlo. Queda la promesa de que sí, pero esperen unos días para oír las voces.

¿Qué hace cuando no escribe?: «¡No hago nada! Me quedo aquí sentado mirando la pared, el techo, medio contento. Son aquellos momentos que los ingleses traducen por «silent evolution», una evolución interior y silenciosa, en la que cualquier cosa se va formando durante tres/cinco meses».

«Cada vez me parece más que soy sólo un medio y que cualquier otra persona que hubiese hecho el mismo camino escribiría exactamente las mismas cosas que yo escribo». Eso tampoco es verosímil.

En los últimos meses ha perdido a varios amigos: «Llega un momento en la vida en el que se tienen más muertos que glóbulos en la sangre. El mundo se va despoblando…»

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación