
M.R. El matrimonio duerme con sus hijas en colchones que tiran al suelo del establecimiento
Martes, 13-01-09
M.R.
LUCENA. La crisis económica que afecta con especial virulencia a Lucena tiene un trasfondo social que se hace palpable en auténticos dramas humanos. Es el caso de Francisco y Ana, un matrimonio con dos hijas de 6 y 11 años, que llevan quince días viviendo en el bar que regentan, desde que perdieran la casa donde vivían en la aldea de Los Llanos de don Juan por los problemas para hacer frente a los pagos hipotecarios.
«Nos hemos visto sin vivienda y como solución estamos viviendo en nuestro negocio, antes de vernos en la calle», relata Francisco Lera. La familia se asea en la cocina y por las noches duermen sobre una colchoneta que instalan en el bar. «Esta situación no se puede desear a nadie, sólo el que lo ha vivido entiende por lo que estamos pasando», comenta.
La situación de esta familia lucentina ha trascendido al ámbito nacional. Programas de Televisión Española, Canal Sur o Telecinco se han hecho eco del problema.
Algunos lucentinos tras conocer la situación en la que se encontraba esta familia se han pasado por el bar para llevarles comida o ofrecerse a lavarles la ropa. «Estamos muy agradecidos a todas las personas que nos han ayudado», comenta Ana, y añade que «no queremos dinero, el dinero no soluciona nuestro problema, lo que queremos es un lugar donde vivir».
La llamada desesperada de Francisco y Ana en los medios de comunicación nacionales se ha convertido en «la única salida. Hemos dado una voz para que se haga eco de nuestra situación en España», espeta el padre de familia, que añade que «si alguna persona nos puede echar una mano allí nos iríamos».
El matrimonio ha pedido ayuda a Servicios Sociales y por el momento una asistenta social está tramitando la documentación para que la familia reciba una paga.
El matrimonio procedente de Barcelona llegó hace tres años a la provincia de Córdoba alejándose de los altos precios inmobiliarios de la capital catalana. «Nos comentaron que aquí la vida y la vivienda era más económica y había trabajo», apunta Francisco. Y así era. Pero el periodo de bonanza económica que ha vivido el municipio se ha parado.
Ahora, tres años después, el crecimiento de las cifras del paro a causa de la crisis económica que padece la localidad le ha pasado factura a esta familia. «Los ingresos en el bar empezaron a bajar a partir de la Feria del Valle, estalla la crisis, las carpinterías cierran, la construcción baja y la gente no tiene tanto para gastar», comenta Lera.