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Publicado Miércoles, 23-07-08 a las 11:17
«Ecologistas en Acción» presentó ayer, por décimo año consecutivo, su informe «Banderas Negras 2008», en el que realiza un diagnóstico sobre la situación medioambiental de las costas españolas. Para sacar conclusiones, la ONG se ha valido de datos procedentes del Instituto Oceanográfico, universidades, consultoras y del propio Ministerio de Medio Ambiente.
La organización proteccionista ha distribuido 303 «banderas negras» -casos irreversibles con destrucción permanente- y 310 «puntos negros» -amenazas puntuales- por las distintas áreas costeras de nuestro país, más de un 70 por ciento de ellas relacionadas con el desarrollo urbanístico. El estudio dibuja un panorama desolador con respecto a años anteriores debido a la «intensificación y al insostenible crecimiento en la última década de los sectores económicos del litoral, como el urbanístico, el pesquero o el turístico. Hemos hipotecado la costa para los próximos años», precisó Theo Oberhuber, portavoz de la organización ecologista.
«Vertidos incontrolados»
La costa mediterránea, con 129 banderas negras y 162 puntos negros es la costa «más desnaturalizada y contaminada» de cuantas se citan en el análisis, con zonas como el mar Menor o la bahía de Altea, que se han convertido en «receptoras de vertidos incontrolados» en un litoral donde ninguna comunidad autónoma «depura suficientemente sus aguas».
No es mucho mejor la situación de la vertiente cantábrica, pues la contaminación industrial en regiones como la ría de Suances casi ha fulminado las actividades marisqueras. A este problema se unen los múltiples proyectos de puertos deportivos, especialmente en Cantabria, donde se pretende ampliar en un cien por cien su capacidad actual. Las playas de la región también presentan carencias en lo que a depuración del agua se refiere: «Es un mar muy enérgico, que tiene una capacidad de dispersión enorme, y que ha servido a las administraciones para echar balones fuera y esconder residuos donde nadie los ve», matizó Jorge Sáez, responsable de aguas marinas de «Ecologistas en Acción».
Urbanización y vertidos
Los ecologistas señalan a la La Manga del mar Menor como un «emblemático y triste ejemplo» donde la expansión urbanística ha sustituido a los parajes naturales, si bien el informe recuerda que la zona sigue albergando algunos de los tramos de mayor valor ecológico del Mediterráneo. Caso semejante al del archipiélago balear, que acumula 36 banderas negras y cuyos planes para ampliar la superficie edificable crearán 5.000 hectáreas de construcciones en los próximos diez años. Pero si en materia urbanística «el Mediterráneo se ha llevado la palma, -subraya Sáez- la industria se ha ido a por Cádiz». Y es que el Golfo de Cádiz, con 21 banderas y 24 puntos negros, es calificado en el documento como «el punto más contaminado de Europa». Amén de espantar al turismo, la contaminación industrial tiene una importante repercusión sobre el ser humano, a través de la cadena alimentaria, por las altas concentraciones de mercurio en especies como el atún o la caballa.

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