«Con él sonamos mejor que con nadie, pero es muy duro»
En el foso del Palau de les Arts, la noticia de la renovación de Maazel como director se recibió ayer con sentimientos encontrados de alegría e inquietud. Los músicos reconocen que la noticia es muy positiva en términos artísticos -«Es una pasada como director; con él sonamos mejor que con nadie»-, pero su mano dura es una importante fuente de presión para ellos. «Van a ser dos años duros», confiesa uno de los músicos.
Los profesores de la orquesta dedicaron al director estadounidense un caluroso aplauso la semana pasada tras la celebración del último ensayo de «Turandot». Fue una de las escasas ocasiones en las que han apreciado un signo de emoción en el maestro, que al parecer no escatima malas caras y reprimendas públicas cuando no está satisfecho con el resultado de una intervención musical.
Por otra parte, algunos miembros de la orquesta no están precisamente contentos con la política de comunicación interna del teatro, y lamentan que no se les haya tenido en consideración durante el proceso de búsqueda de nuevo director. «Nos enteramos de todo por la prensa, a nosotros no nos dan ninguna información. De las negociaciones con Chailly no sabíamos nada tampoco».
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