Una pequeña anécdota ha marcado la jornada de esta mañana en el Congreso de los Diputados. Uno de los ordenadores de la mesa de presidencia ha comenzado a echar humo. Ha sido el presidente de la cámara, José Bono, el que lo ha detectado primero al percibir un olor extraño. Al comprobar que salía humo, Bono lo ha sofocado derramando su vaso de agua.