Aglutinados en la frontera de Hungría los refugiados intentan pasar pero las vallas de alambre les impiden el paso. Eso y el trato inhumano que el país realiza para devolver de manera apresurada a los inmigrantes. Amnistía Internacional pide a Europa que emita una advertencia formal contra Hungría por la violación de derechos humanos que aparece en el artículo 7.1 del Tratado de la Unión Europea. El gobierno húngaro ha invertido más de 100 millones de euros en sus vallas de alambre, el triple de lo que gasta cada año en recibir a personas que necesitan asilo. Amnistía reclama además la apertura de rutas legales y seguras antes de que el invierno agrave la crisis humanitaria. El 9 de octubre los ministros europeos de Interior se reunirán en Luxemburgo para abordar el refuerzo de las fronteras exteriores de la UE y la repatriación de inmigrantes irregulares.