A menos de un día de que las urnas se abran de nuevo en Grecia, esta vez para celebrar un referéndum sobre la propuesta de la troika, el país está dividido casi a partes iguales entre los que están a favor del sí y los del no. Una consulta polémica que unos tratan de convertir en un plebiscito sobre la continuidad o no de Grecia en el euro y en la UE y que otros procuran usar como arma de presión en Bruselas para mejorar su posición negociadora.
