Sobre quién era Andreas Lubitz y por qué hizo esto tienen muchas claves dos mujeres: su exnovia y la chica que asegura haber sido su amante. De esa amante hemos tenido noticia hoy, en diario alemán Bild. Es una azafata de 26 años. Dice que cuando se estrelló el avión, se acordó de una frase que él le dijo: "Un día haré algo que cambiará todo el sistema. Todos conocerán mi nombre y me recordarán". La azafata asegura que su frustración era laboral. "Se dio cuenta de que sus problemas de salud hacían imposible que se cumpliera su gran sueño de ser comandante y de volar distancias largas". El mismo día del accidente, el médico le había dado la baja, pero el la tiró a la basura y fue a volar. La chica asegura que Lubitz criticaba las condiciones de trabajo en Germanwings: "Poco dinero, miedo sobre el contrato, demasiada presión", decía. La examante que cuenta todo eso dice que conoció a Lubitz el año pasado en un avión y que empezaron una relación. Ella la quería mantener en secreto, porque no le gusta mezclar amor con trabajo, así que se veían en secreto en hoteles. "Era un hombre débil que necesitaba amor, pero que sabía esconder bien sus problemas, dice. Tenía pesadillas y se despertaba gritando "nos caemos". En una conversación perdió el control y me gritó. Tuve miedo. Otro día se encerró durante mucho tiempo en el baño. Cada vez estaba más claro que tenía problemas". Por eso le dejó después de unos meses. Él siguió con su otra relación. Su ex novia profesora en Krefeld, un pueblo cercano a Dusseldorf. Llevaban siete años juntos y querían casarse en 2016. Lubitz le acababa incluso de comprar un coche, según cuenta el semanario Focus. Hace unas semanas encargó dos Audis y le contó al vendedor que uno era para él y otro para su novia. La hipótesis más probable parece ahora que la ruptura y el miedo a fracasar en su carrera puedan estar detrás de la tragedia.
