Tampoco una emoción más, dos mil personas han asistido al entierro de las cuatro víctimas mortales del asalto al supermercado kosher en París. Entre ellas y en representación del estado francés, Ségolène Royal, la ministra de Ecología y ex pareja del presidente Hollande. Los cuatro fallecidos eran judíos aunque ninguno israelí, tampoco son los primeros muertos que Israel llora y entierra tras haber sido asesinados por yihadistas en Francia. Es más, Israel tiene miedo, su presidente y su primer ministro se han lamentado ante la multitud, lamentos por el fanatismo islamista pero no sólo por eso, también por el creciente antisemitismo que perciben en toda Europa. Un solo dato dibuja ese miedo: en el último año 7.000 judíos abandonaron Francia rumbo a Israel. Una cifra inédita en décadas.
