Tras la masacre en la escuela de Peshawar, la sociedad paquistaní sigue consternada. Las fuerzas militares siguen en su interior intentando restablecer la normalidad. Fuera varios centenares de personas marchaban en una protesta y rezaban juntas en un acto de solidaridad por las víctimas. Han cortado varias carreteras quemando neumáticos en protesta contra el gobierno por no ser suficientemente duro contra los insurgentes. Las autoridades paquistaníes a su vez apuntan a su país vecino Afganistán y les acusa de ser ellos los débiles en la lucha contra los talibanes. La sociedad paquistaní está acostumbrada a los ataques diarios por parte de los insurgentes, pero la masacre cometida en el colegio donde 132 estudiantes fueron asesinados ha aturdido a todo el país.