Nunca antes algo similar en el país. Pero hoy la guerra de Siria e Irak, en la que Australia apoya a EUUU, parece haber pensado que la bulliciosa capital económica australiana es un buen escenario para trasladar sus violentas reivindicaciones. Al menos un hombre armado, entró hace horas en un café. Sin exactitud mantiene retenidos a unos 40 rehenes, 10 empleados y 30 clientes. En medio de una enorme conmoción y mientras cientos de policías rodean el Lindt Café, el primer ministro Tonny Abbot reconoce que no tienen claro cuáles son las implicaciones políticas. En directo, la televisión australiana retransmite el secuestro. Los rehenes son obligados a apoyarse en las ventanas. Se puede incluso leer con nitidez una bandera con la 'shahada' ("No hay más Dios que Ala y Mohamed es el mensajero de Ala"), reza la declaración de la fe islámica, el gesto que ha hecho relacionar la acción con radicales islamistas australianos militantes del Estado Islámico o relacionados con Al Qaeda. La imagen es borrosa pero se puede ver al presunto secuestrador ataviado con una cinta con inscripciones islámica en la cabeza, un gesto típico en grupos como el IS o Al Qaeda. Un testigo ha contado como cuando iba a entrar la puerta estaba bloqueada y vio a todos los rehenes con los brazos apoyados sobre las ventanas. El hombre de gorra y barba, de unos 40 años, parecía armado y caminaba entre ellos. Un amplio radio del corazón financiero de Sidney se mantiene evacuado y se recomienda alerta a los habitantes. -Redacción-