El Sevilla se acerca a la final de la Europa League tras ganar al Valencia (2-0) en la ida de semifinales. La victoria de ayer en el Sánchez Pizjuán supone una buena ventaja para la vuelta, que se disputará en Mestalla el próximo jueves. El partido estuvo cargado de polémica, sobre todo, por el primer gol, que nunca debió subir al marcador por ser un clarísimo fuera de juego. Hasta ese primer tanto, los valencianistas habían disfrutado de más ocasiones de gol, pero, tres minutos después del gol polémico, con los de Pizzi aún en shock, el Sevilla remató marcando el segundo. El Valencia salió del Sánchez Pizjuán abatido e indignado con una actuación arbitral que no tuvo sentido alguno en semifinales de una competición europea. El presidente valencianista, Amadeo Salvo, quiso dejar claro que "estamos indignados, la actuación del árbitro ha sido deplorable y desprestigia el fútbol en sí". Añadió que no teme represalias de la UEFA por sus declaraciones, porque "más represalias que hoy es imposible". Terminó manifestando su confianza en la final: "No es que crea en la remontada, es que vamos a estar en Turín". El técnico del Valencia, Juan Antonio Pizzi, manifestó que, a pesar de la derrota, el equipo tiene "argumentos para superar al rival". Reconoció que el vestuario está "cabreado y con dolor, pero sabiendo que se le puede dar la vuelta". Pizzi no quiso criticar la actuación de los árbitros pero señaló que "las imágenes son demasiado evidentes, algo que ya ha reconocido todo el mundo". Unai Emery, técnico del Sevilla, se mostró muy respetuoso con el rival y aseguró que no tienen "ningún pie" en la final de la Europa League a pesar del 2-0. Emery añadió que tuvieron "esa capacidad de acierto, pero los 90 minutos de Mestalla serán de máxima dificultad".
