Si en 2011, el PP tiñó de azul el mapa autonómico. En estas elecciones las encuestas auguran la fragmentación de parlamentos, porque de las 13 comunidades que hoy eligen gobierno, el PP ganaría en 9, aunque solo en Castilla y León mantedría la mayoría absoluta, En regiones como Murcia o La Rioja, en manos del PP desde hace 20 años, se abre un escenario de pactos hasta ahora nunca visto. La irrupción de partidos de izquierdas hace tambalearse al gobierno de Cantabria. En Aragón, la entrada de Podemos podría amenazar incluso al gobierno popular de Luisa Fernanda Rudi. Y en las ciudades de Ceuta y Melilla, las encuestas auguran el triunfo del PP, pero la mayoría absoluta se mantendría solo en la primera. El mismo panorama se presenta en las islas, porque en Baleares, el PP también podría perder la mayoría absoluta y en Coalición Canaria se impondría como primera fuerza. De todas las comunidades que votan hoy presidente, Asturias es la única gobernada por el PSOE. Javier Fernández se juega perder el escaso poder autonómico socialista ante el empuje de otras fuerzas de izquierdas. Empuje que se va a notar aún más en parlamentos ya de por si fragmentados como el de Navarra, donde se va a poner a prueba una palabra que no dejaremos de ori en las próximas semanas...PACTOS.
