En 2008 Quinin fue indultado antes del San Martín; alguien rescató al gorrino pagando para evitar su muerte. Ahora lo cuida Pedro en una finca de Carral. Pesa 300 kilos y vive en esta finca a cuerpo de rey. Cada día Pedro le trae la comida, eso sí, no vale cualquier cosa, porque Quinin es vegetariano. También le gusta pasear por su terreno, con su cuidador, a quien sigue con devoción. Y aunque por sus colmillos pueda parecer fiero nada más lejos; al cerdo más famoso de Galicia le siguen gustando los mimos y que lo cepillen. Y hasta hace saber que es feliz. Hace pocos días los anteriores dueños de Quinin fueron a visitarlo con su perra Tila antigua compañera de correrías, los reconoció al instante. Es tan especial, que se ha ganado el derecho a disfrutar tranquilo del resto de sus días, sin temer que le llegue su Sam Martín.