Diez caras de la misteriosa y salvaje belleza de El Hierro
Juan Ramón Marcelino

Diez caras de la misteriosa y salvaje belleza de El Hierro

Superada la actividad sísmica de 2013, permanece la magia de sus paisajes, todavía poco conocidos por muchos viajeros

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Superada la actividad sísmica de 2013, permanece la magia de sus paisajes, todavía poco conocidos por muchos viajeros

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  1. Tranquilidad sísmica

    Juan Ramón Marcelino

    En octubre de 2011 el fondo del mar cercano a la costa sur de El Hierro tembló y de su interior surgieron rocas magmáticas. El último sismo de cierta intensidad (5,1 grados en la escala de Richter) sucedió el 27 de diciembre de 2013. A partir de entonces se ha dado por zanjada esta crisis.

    El cono volcánico submarino se encuentra a 88 metros de profundidad, en el Mar de las Calmas. Los 500 habitantes de La Restinga, la población más cercana, se han acostumbrado a convivir con el fenómeno y aseguran que los temblores por debajo de 3 grados, los más frecuentes, pasan totalmente inadvertidos. Así que, vuelta la tranquilidad, ya es tiempo de que volvamos a El Hierro, o de que vayan por primera vez los desafortunados que aún no lo conocen.

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  2. Laurisilva y sabinas

    Dos muestras de la riqueza paisajística de El Hierro_ Fayal-brezal y sabinar
    Dos muestras de la riqueza paisajística de El Hierro_ Fayal-brezal y sabinar - David Olivera

    Por su flora, la isla de El Hierro se divide en dos zonas bien definidas a cual más atractiva. Al norte los bosques de laurisilvas, encinas, hayas y coníferas. Al oeste las sabinas.

    La laurisilva, que parece salido de un cuento de duendes y elfos, es un bosque nuboso y verde de aspecto misterioso.

    Las sabinas, en un entorno más seco, son azotadas por el fuerte viento y presentan formas retorcidas impresionantes.

  3. Lagartos gigantes

    Lagarto gigante
    Lagarto gigante - cabildo de el hierro

    Aunque se han descubierto otras especies similares en Tenerife, La Gomera y Gran Canaria, el de El Hierro es una especie endémica única que sobrevive sobre todo en los Roques de Salmor.

    De cuerpo fuerte, color oscuro, larga cola y cabeza ancha, llega a medir unos 60 cm. Se encuentra en peligro de extinción por lo que el Gobierno de Canarias impulsa diversos programas para su reproducción. En el Risco de Tibataje hay un centro de cría que se puede visitar.

  4. La playa de Las Playas

    Con el nombre de Las Playas se conoce a una amplia ensenada semicircular en la que encontramos una sola enorme playa de más de 6 km. Es un monumento natural protegido dominado por el Risco de los Herreños de más de mil metros de altitud.

    En sus zonas bajas, cubiertas por la hierba, pastaban en invierno los rebaños de ovejas y cabras. Su playa, de la que toma el nombre, es de cantos negros. El mar presenta un intenso color azul.

  5. El árbol del que mana agua

    Durante mucho tiempo se creyó que el Árbol Fuente, o Árbol Santo, era solo una fábula. Los antiguos habitantes de la isla decían que de él manaba agua.

    Lo cierto es que sus hojas eran capaces de captar el rocío de las nieblas y las gotas de las escasas lloviznas, y que los guanches la sabían recoger.

    Según estudios, el último de esos especímenes, un tipo de laurel, desapareció en 1610 arrancado por un huracán. Se encontraban a una altura de unos mil metros, y aunque hoy han desaparecido y solo se encuentran representados en el escudo de la isla, aún podemos ver los paisajes en los que vivió, casi siempre cubiertos de nubes.

  6. Papas arrugás con mojo

    Papas arrugás, claves en la gastronomía canaria
    Papas arrugás, claves en la gastronomía canaria

    La cocina de El Hierro es sencilla y tradicional, a base de productos locales muy frescos. Como no podía ser de otra forma, el pescado es el rey de la gastronomía herreña. Sus aguas litorales son ricas en muchas especies sabrosas como los pargos, sargos, chernes y viejas. Se suelen servir con distintas salsas o mojos, y con papas arrugás, una especialidad canaria de patatas pequeñas y suaves que se comen con piel. Plato tan sencillo como exquisito.

    Entre las carnes destacan el conejo y el chivo (cabrito). Y de los guisos cabe mencionar el potaje, el puchero y el rancho con papas. El gofio (harina de cereales tostados y molidos) no puede faltar en ninguna mesa.

    Muy típicas son las quesadillas, un dulce a base de queso. El vino local tiene denominación de origen.

  7. Mirador de Jinama

    Mirador de Jinama
    Mirador de Jinama - David Olivera

    Los abundantes riscos de la isla presentan atractivos miradores. El de Jinama es uno de los más interesantes. Está situado en la zona centro-este, y desde sus 1.230 metros sobre el nivel del mar ofrece unas vistas únicas de los viñedos y las plantaciones de piña y plátanos de la región de San Andrés.

    Muy cerca está la ermita de la Virgen de la Caridad, desde donde parte un camino ideal para hacer senderismo que acaba en la localidad de La Frontera.

  8. La Maceta

    Las piscinas naturales de La Maceta
    Las piscinas naturales de La Maceta - Gelmert Finoll

    Recibe el nombre de La Maceta una serie de tres piscinas naturales en el pueblo de La Frontera, perfectamente acondicionadas con escaleras, pasarelas y lugares para el reposo. Si la playa nos parece demasiado pedregosa, o el mar está ese día agitado, aquí pasará toda la familia una interesante jornada de baños y sol. En unos merenderos provistos de parrillas podemos hacernos nosotros mismos la comida, o si no podemos reservar mesa en algunos de los restaurantes-chiringuitos de la zona.

  9. El Charco Azul

    David Olivera

    El Charco Azul es otro de los lugares de ensueño de esta isla encantada. Se trata de dos piscinas naturales en las que la intervención humana ha sido mínima, entre rocas que dan al mar abierto. El ímpetu de las olas del Atlántico se detiene en las rocas, pero conserva la suficiente fuerza para llenar las ollas o piscinas con agua constantemente renovada.

    El baño en este paraje dominado por los tonos azules y esmeraldas es totalmente seguro. Pero para llegar a este paraíso hay que ganárselo. Y la forma de hacerlo es bajar el acantilado por sus escaleras perfectamente trazadas, lo que puede llevar a los más lentos algo así como media hora.

  10. Tagoror

    Gelmert Finoll

    Un mirador también recomendable es el de Tagoror. Además de las impresionantes vistas sobre la árida costa meridional de la isla, aquí podemos ver los restos dejados por los primeros habitantes de El Hierro, los bimbaches, posiblemente descendientes de los guanches de Tenerife.

    Se cree que Tagoror, que en bereber significa «recinto circular de piedras», sirvió de lugar de reunión para celebrar asambleas y fiestas. Muy cerca se encuentra un lugar conocido como Los Letreros por la abundancia de petroglifos.

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