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Diez situaciones embarazosas a bordo de un avión

Dormirse en el hombro de un extraño o presenciar una discusión de pareja, entre las más frecuentes

Diez situaciones embarazosas a bordo de un avión

P. SANTAMARÍA

En plena vorágine de Semana Santa son muchos los viajeros que están a punto de subir a un avión. Carreras, nervios, documentación y colas para surcar los cielos en busca de unas merecidas vacaciones o volviendo renovado de ellas. Pero en ocasiones la experiencia de volar viene acompañada de situaciones que nos harán tener un recuerdo imborrable.

Una encuesta del buscador de vuelos Jetcost revela las diez situaciones embarazosas más frecuentes que han vivido o presenciado los pasajeros mientras volaban. Dos de cada tres encuestados -un 64 por ciento- reconocen haber sufrido una situación incómoda durante un vuelo, siendo la de «dormirse en el hombro de un extraño» la que ocupa el primer lugar. La medalla de plata de situaciones que nos hacen pasar un mal rato es «dejar caer algún objeto del compartimento portaequipajes de arriba sobre el pasajero sentado abajo». En tercer lugar y algo común pero no por ello menos embarazoso es «confundirse con el asiento que le corresponde» y tener que levantarse ante la atenta mirada del resto de los viajeros.

La falta de espacio o los propios movimientos del avión hacen que en ocasiones se pueda caer sobre otro pasajero accidentalmente, lo que se sitúa en cuarto lugar mientras que el quinto y el sexto están relacionados con indiscretos sonidos corporales o «roncar mientras se duerme».

Las discusión de pareja también generan momentos incómodos tanto para los protagonistas como para los que les rodean así como entrar en el baño y que esté ocupado.

Los más pequeños -con sus lloros o mal comportamiento- también generan situaciones embarazosas tanto para los padres como para el resto de los viajeros. La lista la cierran los clásicos mareosque no por comunes dejan de ser embarazosos.

Testigos de la situación

Según la encuesta del buscador, cuando los pasajeros fueron testigos de una situación incómoda, un 90% no pudieron hacer nada para evitarla y de ellos, casi las tres quintas partes - un 61%-, admitió que «vieron como se desarrollaba el incidente», un 21% «compartió miradas incómodas con sus compañeros de viaje» o simplemente un 18 % «miró para otro lado fingiendo no darse cuenta de lo que estaba pasando».

A nivel europeo, como los españoles, un 77% de los británicos habían presenciado o experimentado alguna situación incómoda a bordo de un avión, mientras que sólo un 21% de los alemanes, un 18% de los italianos o un 9% de los franceses habían sido tan desafortunados.

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