Las reliquias más sorprendentes que pueden verse en España
El Santo Cáliz, en la Catedral deValencia - mikel ponce

Las reliquias más sorprendentes que pueden verse en España

Fragmentos de la Cruz, espinas, sudarios, clavos, el Cáliz de la Última Cena... Reliquias de la Pasión, algunas de las cuales solo se muestran en Semana Santa

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Fragmentos de la Cruz, espinas, sudarios, clavos, el Cáliz de la Última Cena... Reliquias de la Pasión, algunas de las cuales solo se muestran en Semana Santa

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  1. Cáliz de la Última Cena. Valencia

    El Santo Cáliz, en la Catedral deValencia
    El Santo Cáliz, en la Catedral deValencia - mikel ponce

    Cáliz de la Última Cena. Se guarda en la catedral de Valencia. Es una pieza de ágata del tamaño de media naranja con el pie del mismo color que la copa y una altura de unos 20 cms. Las piedras preciosas y perlas se añadieron cuando estuvo en San Juan de la Peña. Se usó hasta 1744 en las festividades del Jueves Santo pero debido a una caída se prohibió su uso. Últimamente le ha salido un competidor: el llamado de Doña Urraca, en la basílica de San Isidoro de León, llegado a esta ciudad en 1055.

  2. Espinas. Monasterio de El Escorial, Valencia, Valladolid, Oviedo, Montserrat y Mallorca

    Espinas que se conservan en la Catedral de Oviedo
    Espinas que se conservan en la Catedral de Oviedo

    En España hay unas tres docenas de Espinas de la corona (11 en el Monasterio de El Escorial, seis en Valencia, tres en Mallorca, en Sevilla, en Oviedo, en Valladolid (colegiata de San Luis, en Villagarcía de Campos, y el Monasterio de la Santa Espina, donde se guarda la que regaló el rey Luis de Francia con una frase: «Esta es de las espinas más teñidas en la sangre de la cabeza de Nuestro Señor Jesucristo que traspasaron su divino cerebro»).

    La capilla del Monasterio de La Santa Espina que guarda la reliquia es del siglo XVII, diseñada por Francisco de Praves. En cuanto al Monasterio, lo mandó construir doña Sancha de Castilla, hermana de Alfonso VII el Emperador, en el año 1147.

  3. Cabellos de la Virgen. Medina del Campo, Valladolid

    La Cruz relicario de Medica del Campo
    La Cruz relicario de Medica del Campo

    En esta ciudad se conserva, proveniente de la colegiata de San Antolín, una Cruz relicario con 21 celdillas que guardan pequeñas reliquias a cual más alucinante. Destaca la que muestra tierra en la que Dios se apareció a Moisés, un trocito de la columna donde fue azotado Jesús, o cabellos de la Virgen María. En el Museo de las Ferias.

  4. Cruz. Santo Toribio de Liébana

    La cruz de Santo Toribio, a las puertas del monasterio
    La cruz de Santo Toribio, a las puertas del monasterio - gonzalo cruz

    A tres kilómetros de Potes se encuentra el monasterio de Santo Toribio de Liébana. Dos santos con el mismo nombre, Toribio, fueron abades del lugar. Uno obispo de Plasencia lo fundó en el siglo VI; el otro, obispo de Astorga, trajo el Lignum Crucis desde Jerusalén, que pasa por ser el trozo de la Santa Cruz más grande que se conserva en el mundo. Trozos más pequeños se guardan en muchos lugares como en Caspe (Zaragoza) que es uno de los trozos más grandes y se puede contemplar el Viernes Santo.

  5. Pañolón. Oviedo

    Cámara Santa de la Catedral de Oviedo
    Cámara Santa de la Catedral de Oviedo

    En la catedral está el pañolón que se utilizó para cubrir la cara de Cristo o que sirvió de almohada para reposar su cabeza. Los análisis dijeron que era un paño de lino con sangre de un hombre con barba y bigote y heridas punzantes en la cabeza. Se encuentra en la Cámara Santa de la Catedral y tiene quemaduras de velas. Mide 83x53 centímetros. San Juan menciona un «sudario» que cubría la cabeza, y una «prenda de lino» o «vendajes» cubriendo el cuerpo. El sudario de Oviedo fue la prenda que cubrió la cabeza de Jesús y que según el Evangelio encontró el apóstol San Pedro junto con San Juan al llegar a la tumba vacía de Jesucristo y que recogió junto con la Sábana Santa de Turín (Jn 20, 6).

  6. Pañuelo de La Verónica. Jaén. Alicante

    El Santo Rostro, en la Catedral de Jaén (se exhibe el Viernes Santo). Según la tradición la llevó San Eufrasio y solo salió de Jaén durante la guerra civil (a Francia), volviendo en 1940. A lo largo de los siglos, la tradición popular ha considerado siempre al Santo Rostro como uno de los pliegues del paño con que la mujer Verónica enjugó la faz de Cristo en su camino hacia el Calvario.

    En el Monasterio de la Santa Faz de Alicante hay otro procedente del oratorio privado del Papa Nicolás V.

  7. Los Clavos. Madrid

    Capilla del Palacio Real
    Capilla del Palacio Real

    Cuando se descubrió la cruz de Cristo, nadie reparó en los clavos. Fue mucho después cuando Santa Elena los echó en falta y rastreó su paradero. San Ambrosio nos dice que Santa Elena mandó convertir un clavo en un freno para el caballo de Constantino. No se sabe exactamente si fueron tres o cuatro, y hay dudas sobre su paradero real. Uno de ellos está en la capilla del palacio Real de Madrid.

  8. Tinaja de las Bodas de Caná. Oviedo

    «Había allí seis tinajas de piedra para las purificaciones y dijo Jesús: llenad las tinajas de agua». Y luego convirtió el agua en vino. Una de esas tinajas llegó a Oviedo: aparece ya inventariada en el siglo XI. Está en una hornacina cerrada entre el altar de la Purísima y la puerta de entrada a la capilla del rey casto y era reverenciada por los peregrinos que ganaban con ello indulgencias.

  9. Mantel de la Última Cena. Coria, Cáceres

    Exterior de la catedral de Coria
    Exterior de la catedral de Coria

    El mantel de la Última Cena de Jesucristo se guarda en la catedral de Coria. Se trata de una pieza de lino de unos 4 metros de largo por 92 centímetros de ancho, con adornos en azul y algunos rotos. Segun analisis el mantel es del siglo I y seguramente de origen árabe. Hasta 1791, cada tres de mayo se celebraba en Coria la fiesta de las tres reliquias: el Lignum, la Espina y el Sagrado Mantel, que se sacaba al balcón y se colgaba para que la gente lo adorara. Luego se decidió que no saliera del altar. En cuanto a su origen llegó tras la conquista de la ciudad por Alfonso VII procedente de Francia.

  10. Santa Esponja. Monasterio de El Escorial

    Atardecer sobre el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
    Atardecer sobre el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

    Según Mateo, Marcos y Juan, se mojó en vinagre acercándosela a Jesús para que calmase la sed. Se le dio culto en Palestina y existía en el 600, junto a la caña y la lanza. Los persas se la llevaron en el 614 junto con la lanza, y terminó en Constantinopla. Parte de ella está en la Saint Chapelle de París y un pequeño trozo en la basílica de San Lorenzo de El Escorial.

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