Hazte premium Hazte premium

CASTILLA Y LEÓN

Enoturismo en la Ribera del Duero

El otoño es una época perfecta para practicarlo. En ABC Viajar les recomendamos seis bodegas

J. JAYME

Las tierras abrazadas por el Duero han estado vinculadas al cultivo de la vid desde épocas inmemoriales. El tiempo y el legado de la Naturaleza las han dotado de un suelo excepcional para tal fin. Hoy, bajo la D.O (Denominación de Origen) Ribera del Duero se unen más de 100 pueblos de cuatro provincias de Castilla y León –Burgos, Segovia, Soria y Valladolid- extendidos sobre las riberas del río en una franja vitícola de unos 115 kilómetros de longitud y 30 de anchura. Las 900 marcas que llevan el sello Ribera del Duero son la imagen de 8.000 viticultores y más de 250 bodegas. Visitamos seis de esas bodegas que, como las demás, se dedican en cuerpo y alma a conseguir que el color, el aroma y el cuerpo de sus vinos sean únicos.

1. Bodegas Portia

Fundada en 2010, Bodegas Portia es la apuesta del Grupo Faustino por la Ribera del Duero. Los precursores de dicho grupo comenzaron su andadura vinícola en los años 90 del pasado siglo mediante la adquisición de los terrenos actuales. La siembra inicial, con viñedos de la variedad tinta del país, dio como resultado el Portia 2003, su primer caldo, que, de buenas a primeras, recibió la Medalla de Oro al mejor tempranillo del mundo. El edificio principal es obra del célebre arquitecto británico Norman Foster : hormigón, madera, vidrio y acero se ordenan en una estrella de tres brazos que parece emerger de la tierra. Cada brazo corresponde a las distintas zonas de elaboración, fermentación y crianza del vino, mientras que el corazón central alberga el salón de reuniones, el auditorio, la sala de catas, el restaurante y la tienda. En resumen: materiales nobles y perfecta funcionalidad para una bodega reconocida en 2011 por el Royal Institute of British Arquitects como la construcción con mejor diseño de Europa. Visita guiada: aprox. 1 hora y media, incluyendo degustación de dos vinos (10 euros/persona). Visita en globo: una hora de vuelo sobre los viñedos con cata de vino a bordo. Antigua Ctra. N I, km. 170, 09370 Gumiel de Izán (Burgos). Tel.: (+34) 947 102 700.

2. Finca Torremilanos

Fundada en 1903, Torremilanos es, presumiblemente, la propiedad vitivinícola más antigua de España. Su nombre proviene del correspondiente enclave estratégico castrense que existía aquí ya en el año 900. La finca posee 200 hectáreas de viñedo en una segunda terraza del Duero, situada mil metros al sur del río, cerca de Aranda de Duero. A día de hoy, elabora sólo su propia uva: 13 vinos diferentes de una producción 100% orgánica. En el 2000 se incorporó a la heredad el hotel Torremilanos, un auténtico château decorado con mucho mimo y elegancia , rodeado de preciosos jardines con estanques y estatuas de estilo clásico. Y todavía hay que añadir una llamativa rareza: los halcones y el águila de Harris que se muestran con profesional orgullo a los visitantes. Lo explica Ricardo Peñalba, uno de los propietarios: “No diré en el mundo, pero creo poder afirmar que en toda Europa somos los únicos que utilizamos la cetrería para mantener alejadas a todas las aves que resultan dañinas para nuestros viñedos”. Finca Torremilanos, 09400 Aranda de Duero, Burgos. Tel: +34 947 512 852.

3. Viñedos y Bodegas Real Sitio de Ventosilla

Con una extensión de tres mil hectáreas, es la mayor propiedad de explotación agrícola del norte de España. Perteneció a la realeza hasta 1921. Dentro del predio, la Posada del Real Sitio de Ventosilla, cuyo edificio palaciego ha sido desde sus comienzos un enclave histórico de primera línea, conserva intacta su arquitectura exterior. En sus habitaciones pernoctaron Isabel La Católica, Felipe III, Felipe IV, Rubens y Lope de Vega . En PradoRey, su bodega, ubicada en Rueda a los pies de la autopista A6 Madrid-La Coruña, prima la tecnología enológica de vanguardia para conseguir extraer los máximos aromas y sabores al verdejo y al Sauvignon Blanc de Rueda. Por otro lado, la finca, ejemplo de sostenibilidad y cuidado ambiental, cuenta con 800 reses y ganado ovino de la raza churra, cuyo alimento procede íntegramente de lo sembrado en la explotación: maíz, remolacha, alfalfa, cereales, patatas, girasol y otros cultivos experimentales. La propuesta, para los visitantes, contempla paseos en jeep por los viñedos y la vaquería, catas con maridajes varios al aire libre y la imprescindible gira de reconocimiento de la bodega. Ctra. CL-619 Palencia-Aranda, km. 66,1, 09443 Finca Ventosilla, Burgos. Tel.: +34 947 546 900.

4. Bodegas Comenge

En el valle del Cuco, entre regatos y viñas, conservando todavía restos de su estructura medieval –de la que el castillo del siglo XI, que remata la vecina atalaya rocosa, es su ejemplo más emblemático-, se encuentra la villa de Curiel de Duero: un entorno para deleitarse, lejos del ruido y de la prisa, saboreando los matices del horizonte. Bodegas Comenge , a un tiro de piedra de dicha villa, es un edificio de líneas sencillas y modernas que mira al Duero, rodeado de abundante agua y jardines . Todo este panorama parece inspirar la filosofía de su producción vinícola, que Rafael Cuerda, ingeniero agrónomo y enólogo, resume en una sugerente frase: “Nuestro objetivo es introducir el paisaje en la copa de vino” . Las uvas, 100% tempranillo, se seleccionan manualmente, grano a grano. En 2006, la bondad de las circunstancias climáticas dio por resultado una añada excepcional. “Seguramente es, junto al ya mítico Comenge-2001, el vino de mayor complejidad y elegancia que hemos elaborado hasta la fecha”, concluye Rafael. Los visitantes pueden corretear en coche de caballos por los viñedos, deambular por la bodega, realizar degustaciones y comer en el restaurante previa reserva. Camino del Castillo, s/n, 47316 Curiel de Duero, Valladolid. Tel.: +34 983 880 363.

5. Bodegas Emilio Moro

La historia de esta bodega la contemplan tres generaciones. Don Emilio Moro, el patriarca, comenzó pisando uva y trasegando vino en su pueblo natal, Pesquera de Duero. Y la estructura que hoy se conoce la diseñaron empresarialmente sus nietos en 1987. Son 200 hectáreas de viñedo propio, que arrojan una producción anual en torno a 1.200.000 botellas. Actividades vinícolas aparte, la familia Moro se distingue por su compromiso social, canalizado a través de la Fundación Emilio Moro y otras iniciativas, puntuales o no, de carácter benéfico. Entre estas últimas se encuadra el plan «Apadrina tu cepa» : por 45 euros, el padrino de turno obtiene un certificado personalizado con su fotografía junto al tronco de vid elegido; se incluye visita a las bodegas, menú especial en el restaurante, obsequio de una botella de vino y periódica información de seguimiento de su botánica ahijada. En cuanto a la Fundación , con el lema “el vino ayuda al agua” por bandera, financia proyectos para proporcionar acceso al agua potable en zonas que carecen de ella: Sri Lanka, Perú o Nicaragua. Ctra. Valoria-Peñafiel, s/n, 47315 Pesquera de Duero, Valladolid. Tel.: +34 983 878 400.

6. Dehesa de los Canónigos

Dehesa de los Canónigos se levanta a orillas del río Duero, cerca de Pesquera, una edificación de corte rural. Naves de más de 150 años, ahora restauradas, siguen manteniendo la majestuosa disposición de vigas y los muros de adobe de ochenta centímetros de espesor, lo que constituye un gran aislante para mantener la temperatura adecuada en la elaboración y crianza de los vinos. La bodega , fundada en 1988, forma un conjunto de pequeñas edificaciones agrupadas en torno a un caserón que sigue siendo vivienda y en la que el hoy propietario Luis Sanz, habita con los suyos. Los muros encalados, lo bajo de las edificaciones y la estructura arquitectónica en forma de “U” dan al conjunto un aire más vasco que castellano, como si fuera una antigua Dehesa de pasado floreciente. Pero el paisaje despeja rápidamente cualquier duda; tras la bodega-vivienda, un frondoso bosque de pino mediterráneo se prolonga hasta orillas del Duero, cuyas aguas marcan el límite de la finca; y al frente, parte en el llano y parte encaramándose en las colinas, se extiende el inconfundible viñedo ribereño. Las cepas son hoy la principal razón de ser de Dehesa de los Canónigos y el vino su actividad más relevante. Los hijos de Luis Sanz Busto, Ivan y Belén Sanz Cid, han decidido emprender una fuerte apuesta por el enoturismo en una de las bodegas más bonitas de España . El entorno natural que la rodea favorece la celebración de eventos de ocio y tiempo libre, como rutas 4x4, vuelos en globo o programas anti-stress para empresas y directivos. Ctra. Renedo-Pesquera, Km. 39. Pesquera de Duero. Valladolid (España). 983 484 001.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación