Los mejores chiringuitos de verano de Berlín

Lo que yo recomiendo sin duda: alquílense una bici. Suelen costar diez euros al día, pero hay una pequeña tienda en la famosa Skalitzer Strasse donde pueden encontrarlas por siete euros. Y ya que están en esa maravillosa calle, tómense una café o una cerveza en cualquiera de sus decenas de terrazas, tan animadas y variopintas. Y simplemente disfruten contemplando lo que irá desfilando ante sus ojos... Con la bicicleta se puede abarcar y disfrutar mucho más la ciudad. Contamos con la concienciación de los automovilistas, así como con carriles bici repartidos por todo Berlín. Todo hace que se pueda pedalear sin peligro.

El transporte público es amplio y diverso (metro, tranvía, tren, autobús), pero resulta algo lioso y te obliga a hacer transbordos para ir casi a cualquier lado. Sin embargo para una primera impresión general de Berlín, pueden tomar el autobús de línea M48, 200 o 100, por unos 2'80 euros. Tienen dos plantas y recorren toda la parte turística de la ciudad...el mismo recorrido que hace el autobús turístico por diez euros. Un considerable ahorro.

De lo más divertido que se puede hacer por las noches, o durante el día si el calor es demasiado sofocante, es refugiarse en los Beach Clubs de la ciudad. Se llaman así, aunque la playa brille por su ausencia. Pero sí que hay arena, tumbonas, cocktails, sombrillas y vistas al río... y los hay para todos los gustos. Pueden empezar, si vienen desde Alexander Platz, como primera parada en el Club Yaam , de ambiente rastafari y con suelo de arena blanca, pista de 'skate' y comida africana. La siguiente parada la ubicamos en el Oststrand Beach Club . Túmbense en una de sus míticas hamacas de rayas y disfruten de sus exquisitas pizzas de horno de piedra. Sigan avanzando, dejando siempre el río a su derecha hasta llegar a la archiconocida East Side Gallery, la famosa galería al aire libre, donde más de 20 artistas internacionales ilustraron en los años 90 un amplio trozo de muro que se conservó tras derruir el resto. Y no dejen de hacerse una foto ante el mural de 'El beso de Brezhnev y Honecker'.

Al otro lado del río se encuentra el Kiki Blofeld. El club que proporciona mayor 'sensación playera', pues la arena blanca llega hasta el mismo borde del río. Allí pueden remojarse los doloridos pies y además los cientos de árboles del recinto proporcionan una agradable sombra. Si acuden por la noche, este club posee la pista de baile más original del mundo, en un antiguo embarcadero cubierto. Ojo, a determinadas horas no es raro ver cómo la gente acaba lanzándose al río para mitigar el calor. Es una costumbre perfectamente instaurada. La entrada está 'escondida' tras un taller de reparación de coches. Los clubes más a la moda de Berlín carecen de señalización. Hay que estar en la onda para saber dónde se ubican. Avisados quedan.

Imprescindible: El Badeschiff , dentro del complejo Arena (por las noches y algunos fines de semana también hace de discoteca) en Kreuzberg es de largo uno de los sitios top de Berlín. Un maravilloso club de playa que cuenta con una piscina exterior sobre el río, o más bien dentro del mismo. Está diseñada por cierto por Fernando Menis, un arquitecto canario. La entrada son cuatro euros, hay barra de comida y bebida y hasta servicio de masaje. El ambiente es muy 'cool', pero nada esnob. Muy cerquita queda uno de mis favoritos: Club der Visionäre , también en Kreuzberg. Con embarcaderos donde tumbarse, un enórme sauce llorón que da diez metros cuadrados de sombra, sesiones de Djs y un ambientazo cien por cien made in Berlín. A por él.