Cinco hoteles inolvidables con vistas a la naturaleza
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Cinco hoteles inolvidables con vistas a la naturaleza

Alojamientos únicos frente al mar o la montaña para preparar el próximo finde o los puentes de mayo

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Alojamientos únicos frente al mar o la montaña para preparar el próximo finde o los puentes de mayo

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  1. Cabañas en árboles, Gerona

    Aunque son alojamientos, parecen miradores. Hablamos de esos hoteles o casas rurales ubicados en parajes naturales tan exuberantes que mirar a través de sus ventanas es un auténtico regalo. Hemos hecho una pequeña selección de las habitaciones con las mejores vistas a la naturaleza española.

    Cabañas en árboles, Gerona

    Comenzar el día izando en una cestita de mimbre el desayuno hasta la terraza de la cabaña es tan sólo el comienzo; estamos en el mejor alojamiento para sentir la naturaleza en 360 º. Se trata de las famosas cabañas en árboles del pueblo de Sant Hilari Sacalm, en Gerona. Están construidas utilizando el tronco del árbol (abetos o hayas) como pilar de sujeción.

    Cada una se ha instalado a una altura diferente, entre los 3 y 8 metros, pero todas ellas tienen unas vistas espectaculares del Montseny y los Pirineos. Las cabañas son privadas y están situadas en diferentes puntos del bosque, por lo que podemos llegar a sentirnos solos. El recinto cuenta también con una masía, casa rural tradicional en Cataluña, con servicio de bar y una piscina, irresistible cuando el buen tiempo acompaña. Hay que tener en cuenta que, por motivos de seguridad, está prohibido el alojamiento para menores de 10 años.

    Fuente: Guía Repsol

  2. Santa Cristina Petit Spa, Huesca

    Este hotel, antigua Aduana del Cuerpo de Carabineros, es un balcón privilegiado al Pirineo aragonés. Está ubicado en pleno Camino de Santiago, junto al Parque Nacional de los Pirineos y las estaciones de esquí de Candanchú y Astún. Desde su terraza podemos ver el río Aragón y el bosque de Boj, un auténtico remanso de paz.

    La panorámica también es espectacular desde el restaurante del hotel, donde se cuida al detalle la gastronomía autóctona de la zona. La paletilla de cordero al horno y las verduritas con setas y vieiras son siempre una buena elección. ¿Lo mejor de todo? Después de saciar el hambre podemos hacer una visita al spa, un espacio con sauna, bañera de hidromasaje, baño de vapor y piscina cubierta, también con vistas a la montaña. Mejor, imposible.

    Fuente: Guía Repsol

  3. Mirador de Ordiales

    Su propio nombre lo dice todo. Este hotel rural asturiano es un lugar único para poder disfrutar del paisaje de la cordillera Cantábrica. Situado en una finca de 20.000 metros cuadrados, este alojamiento nos ofrece una increíble panorámica de verdes valles y montañas.

    Se trata de uno de esos establecimientos rurales que nos hacen sentir como en casa, ya que cuenta con solo tres habitaciones y en todas ellas se cuida hasta el último detalle. Gracias a su orientación sur, desde las estancias podemos ver salir el sol entre los macizos de los Picos de Europa (por eso, siempre que sea posible, es recomendable solicitar la habitación con terraza). Como curiosidad, en uno de sus packs de visita, el hotel propone una gran variedad de jornadas gastronómicas temáticas: cocina asturiana, andaluza, marroquí, mexicana, italiana e hindú. Para todos los gustos y colores.

    Fuente: Guía Repsol

  4. Jumeriah Port Sòller Hotel&Spa

    Las vistas desde este hotel mallorquín son de película aunque, eso sí, para bolsillos exigentes. Probablemente desde aquí tengamos una de las mejores perspectivas del pueblo pesquero de Port Sòller y probablemente también una vez entremos en una de sus habitaciones, deseemos quedarnos para siempre, especialmente si elegimos una de las suites con vistas al mar.

    Pero este hotel es mucho más que su paisaje, en el Jumeriah encontramos también dos restaurantes al aire libre de cocina española tradicional, cuatro bares y lounges, dos piscinas y una sala de spa. Resulta imposible encontrar tiempo para el aburrimiento con tanta propuesta de ocio pero, si así fuera, podríamos aprovechar para dar un paseo entre los jardines que unen los once edificios que forman parte de este complejo hotelero.

    Fuente: Guía Repsol

  5. Parador de Baiona

    Despertarse frente al océano Atlántico es regalo de la casa en el Parador de Baiona, uno de los hoteles más espectaculares de la cadena. Su ubicación en una península rodeada de acantilados y blindado por 3 kilómetros de murallas le da una grandeza que nos sobrecoge nada más traspasar su puerta. Alojarnos aquí nos transporta además a uno de los mayores hitos de la historia ya que en el puerto de Baiona atracó la carabela Pinta, capitaneada por Marín Alonso Pinzón, que trajo al viejo continente la primera noticia del descubrimiento del Nuevo Mundo. Además de conocer este acontecimiento histórico, también podemos disfrutar de las playas de la ciudad, ideales para practicar deportes acuáticos como submarinismo o windsurf. Y si queremos seguir contemplando paisajes naturales de película, podemos hacer una excursión hasta las cercanas Islas Cíes.

    Fuente: Guía Repsol

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