turismo
48 horas en Bilbao: agenda imprescindible
La ciudad ha apostando por la innovación en los últimos años y se ha ganado una merecida fama mundial
GUÍA REPSOL
Bilbao ha sabido salir de un pasado gris , marcado por la crisis industrial, para convertirse en una ciudad moderna. Apostando por la creatividad y la innovación , en los últimos años se ha ganado una merecida fama que la ha colocado en ... el mapa internacional.
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La parte nueva de Bilbao nos parecerá una magnífica exposición de arquitectura moderna a escala natural, donde genios como Norman Foster, Frank Gehry o Isozaki se han implicado en el relanzamiento de la ciudad. Dos días nos esperan para dejarnos seducir por Bilbao , ahora una de las ciudades turísticas emergentes de España.
10.00 h -Museo Guggenheim, icono de la ciudad
En la parte norte de la ría comenzamos nuestra ruta. Allí encontramos el símbolo del nuevo Bilbao , el Museo Guggenheim. Del atrevido edificio que aloja el museo, proyectado por el famoso arquitecto Frank Gehry , suelen decirse que parece un pez al que se le ha quitado la cabeza y la cola. Hay muchas interpretaciones sobre este colosal edificio de curvas sinuosas, pero lo que está claro es que su originalidad no deja a nadie indiferente.
Antes de entrar, el lugar donde se emplaza ya es una obra de arte. La entrada al museo se encuentra presidida por Puppy , un perro de doce metros de altura recubierto de flores que da la bienvenida a los visitantes; y en la parte trasera del museo, junto al Puente de La Salve, podremos pasar entre las patas de una gigantesca araña de bronce.
Cerca del museo, además, se encuentra el parque de Doña Casilda, un lugar perfecto para relajarse y pasear. Y justo enfrente está la universidad de Deusto , inaugurada en 1886, cuyo edificio contrasta con las creaciones más vanguardistas de Bilbao.
En su interior , el Guggenheim reúne una colección de arte moderno y contemporáneo para el conocimiento y disfrute de todos. Podremos dejar que nuestra imaginación se pierda entre obras de Chillida, Rothko o Kooning entre muchos otros, que nos harán comprender que el arte no es solo mera contemplación.
Como podemos suponer, si vamos en fin de semana nos podemos encontrar colas, por eso iniciaremos la jornada temprano para ir a visitarlo y poder entrar sin problemas. Además, así tendremos tiempo de recorrerlo sin agobios.
12:30 h - El puente de Calatrava
Continuamos nuestra ruta bordeando la ría del Nervión por el paseo de Uribitarte , y caminando unos quince minutos nos encontraremos el Zubizuri . Es un puente de color blanco, marca inconfundible de su arquitecto, Santiago Calatrava. De hecho, es más conocido, popularmente, como Puente de Calatrava. Podemos acercarnos hasta allí dando un paseo o en el moderno tranvía de color verde que separa este puente del Guggenheim en una sola parada.
Sobre este puente podremos ver el río bajo nuestros pies, ya que su suelo está formado por baldosas de cristal. . Desde allí también podremos observar las Torres Isozaki, dos rascacielos gemelos unidos al puente de Zubizuri por una pasarela.
En esta primera mañana, ya nos habremos dado cuenta de que Bilbao se ha modernizado, entre otras cosas, con algunos de los mejores arquitectos actuales del planeta. Esta primera ruta parece un museo de arquitectura moderna.
14.30 h - Comer cerca del ayuntamiento
En la siguiente parada del tranvía , llamada Pío Baroja o a unos quince minutos a pie, nos encontramos con el Ayuntamiento de Bilbao , edificio neoclásico con detalles barrocos en los que podremos ver la historia de la ciudad representada en los bajorrelieves de su fachada. Si nos animamos a entrar, veremos su espectacular Salón Árabe, decorado con azulejos y arcos dorados de inspiración musulmana.
Después de ver el ayuntamiento, es hora de una buena comida, y para ello no tenemos que andar mucho: el Restaurante Zortziko (Galardonado con 2 Soles de Repsol), en la calle Alameda Mazarredo 17, ofrece cocina de alta calidad de la mano del chef Daniel García.
Si por el contrario queremos probar la gastronomía típica del país, otro buen lugar es el restaurante Víctor , situado en el número 2 de la Plaza Nueva.
16.00 h - El Casco Viejo y sus Siete Calles
Con las fuerzas recuperadas, nos espera una tarde para conocer la parte más antigua de la ciudad , que sigue siendo la más dinámica. Siguiendo la ría por el arenal, a unos 800 metros nos encontramos con el Teatro Arriaga , un edificio barroco con una curiosa fachada convexa. Visitarlo por dentro es todo un placer si disponemos de tiempo, sobre todo por el lujo de su escenario. Y ya, pasando el teatro, nos adentramos en el Casco Viejo o las Siete Calles , como también se le conoce. Aquí los comercios clásicos se alternan con los más innovadores y no faltan bares donde tomar unos pinchos.
Pero vayamos paso a paso. A no muchos metros del teatro está la Plaza Nueva, epicentro del barrio. De forma cuadrada y con soportales arqueados, los domingos tiene lugar allí un interesante mercado donde podremos encontrar todo tipo de objetos antiguos. Es algo así como un rastro de antigüedades, pero no muy caras. Si no tenemos la suerte de visitarlo en domingo, podemos disfrutar de un café en la terraza del Bar Bilbao , que se define como una cafetería de época.
Después del café, y ya más descansados, podemos callejear por el barrio deteniéndonos en sus curiosas tiendas, como la tienda Manderlay , que se encuentra en la misma plaza. En esta tienda encontraremos ropa vintage para chico y chica, apta para todos los gustos. Pero si lo que queremos es una prenda más típica de la ciudad, en la Sombrerería Gorostiaga podremos comprarnos una auténtica txapela, la típica boina vasca. Puede ser un divertido regalo de recuerdo. Esta sombrerería es uno de los comercios más antiguos de la zona y se encuentra en la calle Víctor, número 9. En la calle Pelota también podremos encontrar una curiosidad: la tienda Charada , que vende ropa de diseño para perros y bebés, y para hombre y mujer también.
Y si nos cansamos de ir de tiendas, no estaría mal pasar por el Museo Vasco de Bilbao , que encontraremos en la plaza Miguel de Unamuno. Allí dentro podremos conocer la historia vasca recorriendo el edificio de corte barroco del que destacamos las esculturas ubicadas en su claustro.
19.30 h - De pinchos por las Siete Calles
Ya es buena hora de conocer una de las costumbres ineludibles de Bilbao, que no es otra cosa que ir de pinchos , por supuesto acompañados con un buen trago de chacolí, el vino blanco más típico del País Vasco. Ir de poteo es lo típico aquí, es decir, ir de bar en bar por las Siete Calles tomando un chiquito de vino en cada uno. Sin duda, la mejor forma de integrarse en el estilo de vida bilbaíno.
Comenzamos el poteo regresando a la Plaza Nueva, donde hay multitud de bares para elegir. El Gure Toki tiene un ambiente siempre joven en el que probar sus croquetas y bocados siempre creativos. En el Zuga tienen los pinchos más modernos, como su indispensable foie a la plancha. De aquí seguimos por la calle Santa María y encontramos otros cuantos buenos sitios, como el Gatz, donde comernos sus cazuelitas tradicionales, o el Irrintzi, con unos pinchos más que vanguardistas, como el de cerdo con piña y mostaza. A partir de aquí lo mejor será dejarnos llevar por su gente de bar en bar. Y lo más probable es que en alguno de estos bares nos encontraremos con algún grupo de chiquiteros. Nos adaptaremos rápido al ambiente, que se puede alargar hasta bien entrada la noche, ya cenados y todo.
21.30 h - El Bilbao nocturno
Sin embargo, para los que prefieran cenar con tranquilidad, también hay buenos lugares en la ciudad. Y si el bullicio de los bares solo lo queremos un rato, para hacer una previa, nos espera el À table , un restaurante íntimo y acogedor de cocina vasco-francesa, que cuida hasta el último detalle y no es rácano en cuanto a raciones. No nos olvidemos de pedir su salteado de pescados con verduritas o su muslo de pato confitado. Incluso este restaurante organiza una vez al mes cenas a oscuras para disfrutar sus platos con toda nuestra atención puesta en nuestro sentido del gusto, una experiencia única que encontraremos al pasar la ría por el puente de Mesedeetako , en la calle Maitazaren Biko, número 18.
En el número 13 de la calle de Hernani, paralela a la del restaurante À table, encontramos el Ágape , otra buena opción para llenarnos el estómago con una cocina que encuentra el perfecto equilibrio entre lo moderno y lo tradicional.
Si después de la cena todavía no tenemos sueño, podemos pasar la noche en Le Club , situado en el muelle de Martzana, que encontraremos caminando durante unos veinte minutos por la ría hacia el sur. Le Club es un agradable local con dos salas de baile y un ático con vistas a la ría donde poder tomarnos una copa en un ambiente chill-out para terminar una completa jornada.
10.00 h - La catedral y la iglesia de Bilbao
Ya recuperados del día anterior, nos esperan aún muchas cosas que descubrir en Bilbao, como su Catedral de Santiago , la iglesia gótica más monumental de Vizcaya. Se encuentra en el centro del Casco Viejo y está dedicada al apóstol Santiago, patrón de la ciudad. Actualmente, la podremos contemplar en todo su esplendor gracias a que hace poco fue restaurada. Su entrada es libre , y a cualquier hora mientras no sea en horas de misa podemos contemplar los retablos barrocos de sus capillas.
Después de visitar la catedral bajamos hasta la orilla de la ría caminando unos metros para conocer otro importante edificio religioso de la ciudad, tan importante que aparece en el escudo del Athletic de Bilbao. Se trata de la iglesia de San Antón , que se construyó cuando la ciudad se encontraba aún amurallada a principios del siglo XV. Su mezcla de estilos le da un aire característico, siendo un monumento principalmente gótico, pero con un pórtico de aires renacentistas y un campanario barroco. No se nos puede olvidar irnos sin contemplar el deslumbrante retablo de estilo plateresco que se encuentra en su interior.
12.30 h - El Mercado de la Ribera
Abandonamos los lugares silenciosos para acercarnos a un edificio que es de todo, menos silencioso. Justo al lado de la iglesia de San Antón se encuentra el Mercado de la Ribera , un enorme mercado como los de antes, de los que siguen guardando su encanto de principios del siglo XX. Allí se venden productos típicos hechos en los mismos caseríos vascos y todo tipo de alimentos frescos. Este mercado tiene tanta variedad donde elegir que fue incluido en el libro Guinness de los récords como el mercado municipal más completo del mundo.
Como un descanso nunca viene mal, podemos tomar un café con vistas al Mercado de la Ribera, en el bar de la calle Marzana, 16, situada al otro lado de la ría, justo enfrente del mercado.
14.00 h - Comida por García Rivero
Vamos a conocer otra zona gastronómica bilbaína de primer orden: en la calle Maestro García Rivero se concentran varios restaurantes, la mayoría de cocina tradicional vasca, donde seguro que nos tratarán como reyes. Son buenos ejemplos el restaurante Farketa, de corte tradicional, el Xonotli , algo diferente, con platos mexicanos y vegetarianos, o el Restaurante Indusi, un excelente asador donde podremos degustar las mejores carnes y los mejores pescados a la brasa, sin olvidar los pinchos ni el buen vino.
16.00 h - El Ensanche de Bilbao
En nuestra segunda tarde vamos a conocer el Ensanche de la ciudad, también llamado barrio de Abando. Aunque no esté muy lejos a pie desde donde estamos, vamos a coger el metro para llegar, porque merece la pena. Y es que otro de los símbolos de la nueva era de la ciudad se encuentra bajo tierra, en su red de metro proyectada por el famosísimo arquitecto Norman Foster.
En la plaza Unamuno encontraremos la estación llamada Casco Viejo, en la que nos adentraremos para ir a hasta la parada siguiente, llamada Abando. Llegados a nuestro destino salimos al exterior por los llamados fosteritos, que son las modernas bocas de metro, llamadas así cariñosamente por los bilbaínos en homenaje al arquitecto que las diseñó. Estos tubos de cristal que se adentran en la tierra bien merecen una foto.
Una vez en el exterior nos encontramos en la Plaza Circular, donde nos adentramos en la estación de trenes Indalecio Prieto para admirar su enorme vidriera, que representa todas las facetas de la economía de la provincia.
A partir de aquí, vamos a conocer el Ensanche a través de la Gran Vía de Don Diego López de Haro . Recorriendo esta calle con robustas hileras de árboles encontraremos todo tipo de comercios. Por ejemplo, en el número 24 se ubica la pastelería Arrese, muy conocida en la ciudad. Sus trufas de chocolate son su especialidad, y se nos hará la boca agua con las carolinas, típicos pasteles de arroz con chocolate y merengue.
18.00 h - El Palacio Euskalduna
Terminamos estos dos días en Bilbao otra vez junto a la ría, donde se levanta el Palacio Euskalduna. Podemos llegar hasta él dando un paseo por la Gran Vía de Don Diego López de Haro más de media hora andando- o cogiendo el metro hasta la estación de San Mamés. Este Palacio de Congresos y de la Música rinde homenaje al pasado de los astilleros de Bilbao, concebido como un enorme buque varado en la ría. En su interior no solo aloja congresos, sino que es también sede del festival de ópera de la ciudad, del que dicen que es uno de los mejores del país. Si planeamos nuestro viaje con tiempo, quizás podamos ver alguna representación musical o teatral en su espectacular auditorio.
Y si no tenemos prisa por irnos de la ciudad, podríamos terminar este viaje cenando en La Cuchara de Euskalduna , situado al otro lado de la ría con vistas al palacio. El reconocido chef Joseba Arana nos dejará un buen sabor de boca de la ciudad con su cocina moderna, donde no hay espacio para la escasez. Un sabroso final para estos dos completos días en Bilbao.
Fuente: Guía Repsol
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