Entre los paisajes más bonitos de Extremadura están los de sus valles; y en otoño, con hojas marrones decorándolo todo, resultan quizá más atrayentes que nunca. Pero los valles extremeños no son sólo lugares que contemplar: están llenos de vida. Durante estos meses se organizan en ellos muchas actividades para divertirse en plena naturaleza.
El valle del Ambroz vivirá un «Otoño Mágico» durante todos los fines de semana de noviembre. En él tendrán cabida rutas senderistas que no sólo pretenden mostrar la belleza de los bosques locales, sino también dar a conocer la forma de vida de sus pueblos, sus costumbres. Costumbres como el pastoreo, que será el protagonista de la VI Fiesta de la Trashumancia (22 de noviembre), con pasacalles, mercados, talleres... Por supuesto, también habrá especial atención a la gastronomía, con las setas entre lo más destacado.
La estampa que a todo el mundo se le viene a la cabeza al pensar en el valle del Jerte es la de los cerezos en flor a finales de marzo y primeros de abril. Pero ver las hojas secas dejando esos mismos árboles al descubierto también tiene su encanto. Para animar estos meses, el valle celebra su «Otoñada» entre el 29 de octubre y el 13 de diciembre. Entre las actividades destacan las múltiples jornadas de senderismo y de BTT, que recorrerán múltiples rutas de diversos grados de exigencia para conocer todos los rincones del valle. También habrá paseos a caballo para quienes prefieran contemplar el paisaje de otra manera. A esto se sumarán festivales de teatro, artísticos y folclóricos, actividades en torno a la fotografía, un mercado medieval, celebraciones de ambiente celta y pastoral, más gastronomía (y más setas) y otras muchas cosas que hacer mientras se ve el Jerte de un color distinto.
El lado urbano
Las ciudades de Extremadura también proponen muchas alternativas para cualquier día de otoño. Mérida se halla en plena conmemoración del bimilenario de la muerte de su fundador, el emperador Augusto, con una exposición en el Museo Nacional de Arte Romano que relata el origen y crecimiento de la que fue una de las ciudades más importantes de Hispania. Badajoz, por su parte, celebra su trigesimoquinto Festival de Teatro entre el 25 de octubre y el 4 de noviembre y –también a lo largo de noviembre– la Feria de la Tapa por las calles de su casco histórico.
Pero aparte de estas actividades, visitar esas ciudades (y Cáceres, Plasencia, Trujillo...) siempre merece la pena por su riqueza monumental que abarca siglos: villas romanas, palacetes renacentistas, callejuelas medievales y miles de rincones sorprendentes. Ideales para un atardecer de otoño, de hecho.
El mejor rincón de España
El puente romano de Alcántara ha sido elegido como el mejor rincón de España 2014 –junto a la ermita de San Felices, en La Rioja– por la Guía Repsol debido a la impresionante estampa que forma sobre el Tajo esta obra del siglo II d. C., con sus seis arcos que llegan a superar los setenta metros de altura. Tan bien conservado se halla que hace honor a las palabras en él inscritas:«Este puente durará mientras dure el mundo».
Merece la pena aprovechar la visita para acercarse hasta la propia Alcántara, que guarda muchos rastros de la orden militar a la que dio su nombre, como el Conventual de San Benito, una de las joyas del Renacimiento en Extremadura, donde se hallaba la matriz de la orden. Todo el conjunto histórico del pueblo está declarado bien de interés cultural y en él encontramos monumentos tan destacados como la iglesia tardorrománica de Santa María de Almocóvar.
VÃa libre a Zafra
Durante los sábados de octubre el Gobierno de Extremadura y Renfe han puesto en marcha una serie de trenes turísticos para acercarse a distintos puntos de la comunidad autónoma. El último partirá el sábado 25 para recorrer la ruta del Señorío de Zafra. Este trayecto –que comenzará a las 9.30 de la mañana en la estación de ferrocarril de Mérida– permitirá a los viajeros realizar una visita guiada a Zafra, una de las ciudades más monumentales de la región por su patrimonio medieval y renacentista. Además, se destacará la importancia gastronómica de la zona con una visita a un secadero de jamón ibérico y una cata de vinos D. O. Ribera del Guadiana. El viaje costará 40 euros para adultos y 10 para niños menores de 14 años. Para quienes quieran acercarse desde fuera de Extremadura, Renfe hará un 50 por ciento de descuento en sus líneas de larga distancia a los usuarios de este tren turístico.